Europa

Reino Unido se manifiesta en contra de las empresas extranjeras

Las refinerías del Reino Unido se han despertado este viernes paralizadas por una huelga convocada por los trabajadores, unidos para reclamar al primer ministro, Gordon Brown, que defienda sus puestos de trabajo frente a una amenaza: la proliferación de contratos de construcción con empresas extranjeras.

La protesta organizada por la planta de la compañía 'Total' en el condado de Lincolnshire alcanza ya su tercer día, pero no ha sido hasta hoy cuando otras fábricas de las Islas secundaron las acciones, al considerar que sus puestos de trabajo peligran por el reclutamiento masivo de personal en el extranjero y que los ha llevado a reivindicar como lema común: "Trabajadores británicos para los trabajos británicos".

Sólo trabajadores británicos

Las acciones en la refinería de petróleo han visto ya cómo unos 700 trabajadores de la factoría escocesa de Grangemouth se manifestaban esta mañana en señal de apoyo, al igual que los de la central energética de Barry, en Gales, y hasta 400 de la refinería de Wilton, en el condado inglés de Yorkshire.

Las convocatorias fueron controladas por un importante dispositivo de las fuerzas de seguridad que, según los participantes, recordaba a los conflictos laborales de la década de los 70, durante la que los trabajadores británicos protestaron reiteradamente en las calles para resolver las disputas contractuales.

Además, ayer mismo, los principales sindicatos del país, Unite y GMB, confirmaron su apoyo a la protesta de la fábrica de Lindsey, que vio también cómo parte de la plantilla de las factorías de South Killingholme se le unía en el mismo lugar y en paralelo a las convocatorias celebradas en todo el país para acordar secundar la convocatoria.

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