Cientos de originales y tiernos carteles inundan ya las ciudades del Reino Unido. La oposición ha dejado volar su imaginación y para criticar el sistema hipotecario del primer ministro, Gordon Brown, ha llenado las calles de bebes endeudados.
El partido conservador del Reino Unido ha aprovechado la crisis para lanzar una campaña sobre lo que llaman "las consecuencias humanas de la deuda laborista". La imagen de un dulce bebé acapara ya las vallas publicitarias y las televisiones británicas con el lema: "La nariz de papá, los ojos de mama... y la deuda de Gordon Brown".
Adiós al salvador de la crisis
Los datos económicos están mermando la popularidad del primer ministro británico británico, Gordon Brown. Si tras la cumbre del G20 el pasado mes de noviembre, Brown se convirtió en caballero de las pobres y maltrechas damiselas - es decirr, de las debilitadas economías mundiales-, ahora su éxtio es ya agua pasada.
Las encuestas ya dan a los conservadores 15 puntos de ventaja sobre los laboristas de Brown. La campaña se presentó una semana antes de que se conociese que Reino Unido había entrado oficialmente en recesión: según los datos oficiales, el PIB se redujo en el cuarto trimestre un 1,5%, la peor cifra en más de 28 años.