La duda flotaba en el ambiente. ¿Se repetiría la escena? Iker Casillas y Sara Carbonero, portero y periodista, novio y novia, protagonizaron en Sudáfrica una de las escenas de aquel campeonato cuando él le plantó un beso a ella después de ganar la final. Este domingo volvieron a 'verse las caras' pero no, no hubo beso. Sólo abrazo. Iker y Sara no repitieron aquel gesto.
Quizá porque el partido estuvo mucho más controlado que aquel contra Sudáfrica. Quizá porque sabían que todos estarían esperando algo así. Sea por lo que sea, ambos mantuvieron las formas tanto al inicio de la entrevista (dos besos de cortesía) como al final (abrazo de Iker) para lamento de los compañeros de Sara Carbonero, que pedían algo más.
Sea como fuere, Casillas quiso dar valor a estos cuatro años desde que lograse la Eurocopa de Austria y Suiza. "Han sido los cuatro mejores años de mi vida", comentó el arquero al tiempo que trataba de quitar hierro a los críticos. "Hay que pasar de esas cosas porque siempre habrá críticos, pero nosotros sólo debemos preocuparnos de nuestro estilo", completó.
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El morbo previo