España se adelantó en el marcador ante Italia en la final de la Eurocopa tras un gran gol de David Silva anotado en el minuto 14 de partido. El mediapunta del Manchester City remató una gran jugada de Cesc Fábregas, que la puso al segundo palo para que el de Arguineguín sólo tuviera que empujar el esférico.
La conexión se cumplió, pero en el sentido contrario al que se dio en nuestro primer partido de la Eurocopa, cuando fue Silva el que le dio a Cesc un gran pase que el catalán remató al fondo de las mallas.