Barcelona, 28 dic (EFE).- Los municipios de la costa catalana más afectados por el temporal de viento y lluvia registrado en las últimas horas esperarán hasta que éste amaine del todo para poder evaluar el alcance global de los daños, que han sido especialmente cuantiosos en localidades de la Costa Brava (Girona).
Aunque durante la jornada de hoy, el temporal ha dado un respiro y ha perdido intensidad, Protección Civil mantiene en estos momentos la alerta de emergencia Neucat, ya que según las previsiones, el tiempo amenaza con empeorar de nuevo en el norte de Cataluña, en horas que coinciden además con el fin del largo puente festivo de Navidad-Sant Esteve, ha informado el Departamento de Interior.
El servicio meteorológico de Cataluña (SMC) ha emitido un aviso de riesgo por el estado del mar, con mar de fondo en el cuadrante nordeste, donde se podrán dar olas de hasta 2,5 metros, por lo que Protección Civil recomienda no acercarse a las zonas de riesgo.
Los municipios de la Costa Brava han sido los más afectados por el temporal, en especial los de Blanes, Tossa, Palamós o L'Escala o Castell-Platja d'Aro, L'Escala, cuyos puertos y paseos marítimos han quedado muy dañados, por lo que los responsables municipales quieren reunirse con representantes de la Generalitat y el Ministerio para abordar el arreglo de estas infraestructuras.
Diferentes vecinos de estas localidades han coincidido al asegurar que el temporal, que ha provocado que las playas de sus municipios hayan perdido gran parte de su arena, ha sido uno de los más grandes registrados en las últimas décadas.
Las obras más urgentes comenzarán a realizarse mañana mismo para evitar situaciones de riesgo para la población, por el mal estado en el que han quedado algunos de los frente marítimos.
El temporal también se ha dejado sentir en Barcelona capital -sin que haya hecho todavía un balance de los daños- sobre todo en la zona de playas urbanas, donde esta tarde están trabajando unas cincuenta personas de las brigadas municipales, que ayudan también a los propietarios de locales comerciales a retirar la arena que el viento ha metido dentro de sus establecimientos.
El ayuntamiento de la capital ha mantenido las playas y los espigones cerrados para que los ciudadanos no se acercasen a las zonas peligrosas y evitar nuevas víctimas, después de que dos personas fallecieran ahogadas tras ser arrastradas por las olas, una en el Prat de Llobregat y la otra en el puerto olímpico.
Precisamente en una de estas playas urbanas, la de Bogatell, ha aparecido hoy un delfín muerto, que ha sido avistado por un vecino que ha dado la alerta.
En las comarcas de interior, como la Garrotxa y el Ripollés, en Girona, todavía hay núcleos y casas rurales aisladas por la nieve caída desde el jueves, aunque los alcaldes de esos municipios están en contacto con Protección civil por si hubiera que hacer una actuación de emergencia, mientras se abren al tráfico los caminos y carreteras.
En estos momentos, hay seis carreteras comarcales cortadas en las provincias de Barcelona y Girona por hielo y nieve, y en otras tres más es necesario el uso de cadenas.
Además, un desprendimiento en la montaña de Montserrat (Barcelona) ha cortado sobre las 15:00 horas, la carretera de acceso al monasterio y el tren cremallera, sin que se haya producido daños personales, según han informado los Bomberos de la Generalitat, y en estos momentos sólo se puede acceder al santuario por medio del teleférico.
De cara a la operación retorno de tráfico de hoy, el conseller de Interior, Joan Saura, ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha reiterado la recomendación de que sólo se utilice el vehículo "en caso de desplazamientos obligatorios".
El Departamento de Política Territorial está ejecutando obras preventivas para evitar al máximo posible que se formen placas de hielo en la red viaria.