España

España 'olvida' a Asia y suma allí un déficit comercial de 29.000 millones

  • Nuestro país vende más a Alemania o a Francia que a toda Asia

España ha logrado reducir sustancialmente su déficit comercial con el resto del mundo a lo largo de la última década gracias a la progresiva internacionalización empresarial. Si en 2007 el desfase entre importaciones y exportaciones bordeaba los 100.000 millones, a finales de 2016 se situó por debajo de los 19.000. Esa cifra, aún abultada, responde a una fuerte posición de debilidad respecto a los mercados asiáticos, con los que mantenemos una desventaja que sobrepasa los 29.000 millones.

Es cierto que nuestro país también acumula déficits con América del Norte, Latinoamérica o África, pero en cualquier caso son muy inferiores al que se registra con Asia. Cifras negativas que quedarían casi compensadas por el abultado superávit que mantenemos con el resto de la Unión Europea, a la que el año pasado vendimos casi 13.000 millones más de lo que le compramos.

En concreto, y según datos del Ministerio de Economía, las exportaciones al continente asiático alcanzaron el año pasado un valor de 23.942 millones, inferior al de las ventas a países como Alemania (38.000 millones) o Francia (algo más de 24.000 millones). Por contra, las importaciones superaron los 53.000 millones, cifra por encima del valor conjunto de lo que compramos a Rusia, América, África y Oceanía.

En el transcurso de 2017 la tónica es similar. Hasta julio las ventas españolas a Asia suman 15.000 millones, y las compras, 35.300, así hasta acumular un nuevo déficit comercial de más de 20.000 millones.

El caso asiático, además, apenas encuentra excepciones. El paradigma es China, a la que exportamos el año pasado por valor de 5.032 millones y a la que, por contra, compramos más de 23.851 millones, casi cinco veces más. Situación parecida la que se produce con Indonesia, cuarto país más poblado del mundo, con unas ventas españolas que apenas suponen el 20 por ciento del total de compras. India, el otro gran gigante, sigue la misma tónica y exporta casi tres veces más a España de lo que le compra, hasta fijar un saldo desfavorable a nuestro país de más de 2.200 millones.

Las empresas nacionales apenas pueden presumir de mantener un saldo positivo con una decena de estados menores. Singapur es un ejemplo: al país más tecnologizado del mundo le vendemos por valor de 550 millones y le compramos unos 330, algo que también sucede con los Emiratos Árabes Unidos. Pero pocas excepciones más hay.

Tratar como iguales

La desventaja española respecto a sus pares europeos en Asia es histórica. Javier Santacruz, economista e investigador de la Universidad de Essex, menciona la distancia física y cultural como una clave del desaprovechamiento español del mercado asiático, y centra su experiencia en China. "El problema es la desconfianza tremenda que hay entre españoles y chinos. Unos piensan que les queremos engañar y nosotros estamos seguros de que los chinos nos engañan", señala, instando a las empresas de nuestro país a "conocer e informarse muy bien de los mercados de destino" y a "considerarles como verdaderos socios comerciales y no como meros compradores de cualquier cosa que les queramos vender".

Rafael Cascales, presidente de la Asociación Española de Profesionales de Comercio Exterior (Acocex) y colaborador del Real Instituto Elcano, cree que la desventaja de España en Asia tiene que que ver con "carencias comerciales inherentes al tamaño de la pyme española", más proclive, en términos generales, "a despachar que a vender de forma proactiva", en línea con lo que apuntaba Santacruz. Este experto considera que nuestra posición ha mejorado en los últimos tiempos, pero aún queda mucho camino por recorrer. Teniendo en cuenta la masiva incorporación a la clase media que se vive en Asia, especialmente en países como China, nuestras empresas disponen de grandes oportunidades en actividades dirigidas a la tercera edad, atención médica, residencias, hospitales, equipamiento médico y productos saludablesy ecológicos.

Desde el ICEX son más positivos y recuerdan cómo las ventas a Asia se han doblado en los últimos ocho años, e insisten en que en 2016 nuestro país fue, de la UE, el que más incrementó sus ventas a pasíses como China. En este sentido, recuerdan que la firma del Acuerdo de Libre Comercio entre España y Vietnam -país al que vendemos diez veces menos de lo que le compramos-; o las próximas negociaciones para un tratado con Japón -con el que registramos un déficit de 1.233 millones-, pueden hacer que las ventas aumenten significativamente en los próximos años.

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