
Castilla-La Mancha (-3,1%) y Extremadura (-2,8%) fueron las dos autonomías en las que más se contrajo la demanda.
La recesión castigó a todas las autonomías en 2012, aunque no lo hizo de igual modo. El año pasado la crisis agrandó algo más las diferencias entre los territorios más ricos y los más pobres. De acuerdo con las estimaciones de Contabilidad Regional publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en diez comunidades autónomas la contracción de la economía fue superior al 1,6 por ciento que retrocedió la riqueza de España en su conjunto. Castilla-La Mancha, con un desplome del 3,1 por ciento, y Extremadura, con una caída del 2,8 por ciento, cerraron con los peores registros. En el extremo opuesto, Baleares, con un decrecimiento del 0,8 y Galicia, donde fue del 0,9 por ciento.
José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu i Fabra, explica que el resultado de esta estadística es un fiel reflejo de lo que sucede a nivel europeo, donde se han incrementado las divergencias entre los países más castigados, como España o Grecia, y el resto. En su opinión, cuando la convergencia entre territorios se hace demasiado rápido y se apoya en una burbuja, como ha sucedido en nuestro país con el sector inmobiliario, a la larga el proceso acaba produciendo más divergencias.
Así, Montalvo señala que las regiones en las que el peso de la construcción era mayor antes de iniciarse la crisis, son las que han venido registrando una contracción más fuerte de su PIB desde el año 2008. Son autonomías que vivieron el espejismo de "crecer demasiado rápido" en el pasado. Es un proceso parecido al que se ha vivido, por ejemplo, en Irlanda.
Riqueza por habitante
Si atendemos a los datos de PIB per cápita, el año pasado el País Vasco volvió a colocarse a la cabeza con 30.430 euros por habitante, seguido de la Comunidad de Madrid (28.906 euros) y Navarra (28.491 euros). Algunas de las regiones que despidieron el ejercicio con un mayor descenso de su economía, también registraron los peores datos en lo que a riqueza por habitante se refiere, como es el caso de Extremadura (15.129 euros) y Andalucía (16.739).
En concreto, doce comunidades españolas se sitúan, en términos de PIB por habitante, por debajo de los 22.291 euros de la media española y sólo cuatro registran una cifra superior a los 25.600 euros de la media de la Europa a 27. Son, por este orden, País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña.
Al mismo tiempo, los hogares vascos fueron los que contaron con una mayor renta disponible por ciudadano, de 20.058 euros, casi un 34 por ciento más que la media del país y 1,7 veces más que la región con la menor renta disponible por habitante, Extremadura, con 11.508 euros.
Sin embargo, en este aspecto, los registros son algo más positivos. Así, y pese a que en la mayoría de las comunidades autónomas la riqueza por habitante no llega ni tan siquiera a la media, son diez las regiones en las que la renta disponible de las familias sí se mantuvo por encima de la media (14.992 euros).
Estos datos de contracción del Producto Interior Bruto se registraron en un ejercicio, 2012, en el que estas administraciones territoriales tuvieron que acometer un fuerte ajuste de su gasto para poder aproximarse al objetivo de déficit del 1,5 por ciento que entonces se les exigía; ese sacrificio fue calificado como un esfuerzo "sin precedentes" por parte del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.