España

España recupera su buena imagen en el mundo financiero

"España es oficialmente insolvente, así que saque su dinero mientras pueda": en esta frase, escrita por uno de los más prestigiosos analistas financieros británicos en mayo pasado, puede resumirse la visión dominante que este gremio, especialmente en los países anglosajones, ha tenido de la economía española desde el estallido de la crisis hasta tiempos muy recientes. En los últimos meses, sin embargo, el consenso de los expertos está sufriendo un viraje y ahora el tono de los informes que los inversores leen para orientarse en sus decisiones es el opuesto. Ahora está de moda poner de manifiesto que ha llegado el momento de volver a apostar por España.

A la hora de analizar este giro de 180 grados, las fuentes consultadas en el sector no se aventuran a señalar un único factor. Desde luego, indican, influye el hecho de que, tras una de las recesiones más largas de su historia, España empieza a dar síntomas de que, si bien el PIB todavía no crece, como mínimo ha dejado de caer. Paralelamente, aún no hay visos de creación de empleo, pero éste desacelera su ritmo de crecimiento mes tras mes.

Pero hay algo más que mejoras internas para que los principales analistas extranjeros tiendan ahora a ver el vaso medio lleno. Así, las circunstancias en el exterior no han dejado, desde hace justo un año, de alimentar las condiciones para que España deje de ser percibida como una zona de peligro.

Doce meses atrás fue cuando el Banco Central Europeo (BCE) se mostró convincente como nunca en su historia al asegurar que haría todo lo necesario para asegurar la supervivencia del euro.

Pero además, de más allá del Viejo Continente, están llegando razones adicionales para que los inversores vuelvan a posar su mirada sobre Europa en general, y España en particular.

Se trata del enfriamiento que están sufriendo las economías emergentes, el destino predilecto hasta hace bien poco al que orientar los flujos de inversión tanto por la pujanza de sus respectivos PIB como por las buenas rentabilidades que ofrecían sus títulos de deuda pública.

Ahora, Asia especialmente está levantando el pie del acelerador, al tiempo que vuelve a ser interesante derivar recursos hacia unas economías, las occidentales, que se atreven a dejar a un lado muletas como las políticas de estímulo monetario. En particular, dentro de poco la Reserva Federal estadounidense empezará a retirar su cuantioso programa de estímulos y, en breve, será tentador para los inversores atreverse con aventuras más arriesgadas que simplemente venderle a la Fed títulos del Tesoro estadounidense. No es casualidad, por tanto, que el "¡Viva España!" más sonoro que se ha oído en los últimos tiempos proviniera de Estados Unidos.

Morgan Stanley

El grito de júbilo lo emitió Morgan Stanley, uno de los dos supervivientes del hundimiento de la banca de inversión estadounidense tras el terremoto que ocasionó la quiebra de Lehman Brothers hace casi exactamente cinco años.

Su compañero de fatigas, Goldman Sachs, todavía recelaba de España en enero de este año, cuando divulgó un informe en el que aseguraba que el país podía despedirse de todo viso de crecimiento del PIB hasta como mínimo 2015.

Ahora el panorama, al menos para Morgan Stanley, es bien diferente; no en vano "la recesión ha tocado fondo", lo que implica que el crecimiento de la economía será "superior al 1 por ciento entre 2014 y 2015", aseguraba en un reciente informe destinado a sus clientes.

Por si fuera poco, problemas como el ajuste del sector inmobiliario se han solucionado "casi completamente". En consecuencia, resulta más recomendable comprar ahora bonos españoles a 10 años de vencimiento que italianos. No solamente eso: Morgan Stanley cree que nuestro país puede competir incluso con Alemania, de modo que los títulos de deuda pública a tres años del Reino de España son más apetecibles que los germanos.

HSBC

Pero España presenta hoy unas condiciones que permiten al inversor ir más allá del a menudo aburrido mercado de renta fija. Hasta el punto de que los analistas de HSBC animan a los inversores a sumergirse en el que era uno de los terrenos más pantanosos de la economía española: el sector financiero.

El entusiasmo de la entidad con sede en Londres llega al extremo de recomendar la compra de dos bancos que ahora son muy golosos: Bankinter y Popular. Del mismo modo, HSBC tiene claro que es rentable tomar posiciones sin esperar más en BBVA, Santander y Sabadell. Y todo ello sin temores con respecto al contexto económico general, pues no en vano la recuperación del PIB "es mejor de lo esperado" y se "ha reducido la incertidumbre en cuanto al riesgo soberano".

Ernst & Young

"Nuestra economía está empezando a recuperar la confianza de los mercados. Los inversores están volviendo", afirma con convencimiento el presidente de Ernst & Young en España, José Miguel Andrés.

Y para animar a que lo hagan incluso con más decisión un informe de la firma divulgado en este mismo mes asegura qu el PIB español "se ha estabilizado antes de lo previsto" y presenta síntomas de que "volverá a crecer ya a finales de año".

Buenas noticias también en uno de los frentes más difíciles y polémicos: la reducción del déficit público. Ernst & Young apuesta a que el Gobierno cumplirá con el compromiso que ha contraído con la Comisión Europea para este año, y que implica reducir el agujero de las cuentas del sector público hasta el 6,5 por ciento del PIB. El año que viene también se alcanzará la meta según E&Y.

Deutsche Bank

¿Y qué ocurre con el paro? El deterioro ha sido tan enorme en el mercado laboral español desde 2008, tiempo en el que se han llegado a superar los seis millones de parados y a alcanzar al 27 por ciento de la población activa desempleada, que la mayoría de los analistas moderan su optimismo al llegar a este capítulo en sus informes.

Con todo, un reciente documento de Deutsche Bank, sin abandonar la necesaria cautela, deja lugar para las buenas noticias también en este epígrafe. Así, la entidad financiera alemana, tras hacer la salvedad de que "puede ser algo pronto para observar una caída sostenida en los niveles de paro", añade que "el país se halla próximo al pico en la estadística y el exceso de empleo (el que no se corresponde con los niveles de productividad del país) ha sido ya absorbido".

Además, Deutsche Bank resalta que, en lo que al sector exterior concierne, España se las ha arreglado para no perder competitividad en estos años de crisis.

BBVA Research

El servicio de estudios de la que es una de las dos grandes entidades financieras españolas siempre ha sabido ser objetivo en sus diagnósticos sobre la coyuntura económica española. Hasta el extremo de que fueron sonados sus desencuentros con el Gobierno en tiempos del presidente José María Aznar.

Ahora sus expertos también apuntalan las esperanzas de una inminente salida de la recesión. De hecho dan por hechos seis trimestres consecutivos de crecimiento del PIB, debido al empuje que está mostrando, especialmente, la inversión productiva, la que se destina a maquinaria y bienes de equipo.

Es más, en cuanto al paro, tras 25 trimestres consecutivos de avances, BBVA espera que el tercer cuarto de este año se cierre con un retroceso del 0,2 por ciento y que se reflejará en la próxima EPA.

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