
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha calificado de "incendio importante" el conflicto diplomático desatado con Reino Unido a cuenta de Gibraltar a partir de tres acontecimientos, según ha dicho, "aparentemente menores": la ruptura del acuerdo con los pescadores españoles hace un año y más recientemente el lanzamiento de bloques de hormigón por parte de las autoridades del Peñón y la construcción de un nuevo espigón en la Roca.
El titular de Exteriores ha advertido que su comparecencia en el Congreso no es "para discutir sobre cuestiones de soberanía, sino para discutir la aplicación de las leyes europeas sobre una protección medioambiental que le ha sido encomendada a España". Por ello, ha apelado al "diálogo" como una única vía para "hacer prevalecer la amistad con Reino Unido".
García-Margallo está compareciendo tras seis semanas de cruces de denuncias y reproches que han llegado hasta la Comisión Europea, que enviará próximamente un equipo de observadores a la zona.
"Gesto de buena voluntad" de Picardo
García-Margallo ha saludado este martes el "gesto de buena voluntad" de las autoridades gibraltareñas, que están dispuestas a modificar su ley para que los pescadores españoles vuelvan a faenar donde solían hacerlo.
Aunque ha insistido en que el Gobierno español no reconoce a Gibraltar derecho a legislar sobre unas aguas cuya soberanía reclama la colonia y España no reconoce, García-Margallo ha anunciado como "buenas noticias" la información que le ha llegado este martes desde el Peñón, en relación a dicha posible modificación de la ley gibraltareña de protección de la naturaleza, especialmente si va a redundar "en beneficio de los pescadores".
El jefe de la diplomacia ha dicho que el conflicto con Gibraltar comenzó a escalar hace "más de un año" cuando las autoridades gibraltareñas denunciaron el acuerdo que estaba en vigor con los pescadores. García-Margallo ha insistido en que detrás de este contencioso está únicamente el cumplimiento de la legislación de la normativa europea. Aunque ha reconocido que detrás de este conflicto hay un problema de soberanía, pero ha apuntado que ahora no es el momento de abordarlo.
Diálogo a la oposición
Por otra parte, García-Margallo ha ofrecido este martes a la oposición dialogar sobre la posible reclamación ante los tribunales internacionales de la soberanía española sobre Gibraltar.
Aunque García-Margallo ha insistido en su comparecencia en el Congreso de los Diputados en que en el contencioso actual no se está discutiendo de soberanía, sino del cumplimiento de la normativa comunitaria en la colonia británica, ha esbozado cuál sería el escenario para "abordar" este "problema" que está "subyacente en todas las discusiones".
Así, al hablar de la soberanía, ha explicado que existen tres "opciones", el Tribunal de la Haya, un tribunal arbitral 'ad hoc' y el tribunal de derechos del mar, que podrían dirimir sobre los tres contenciosos abiertos en la cuestión de la soberanía: el territorio cedido por el Tratado de Utrecht de 1713, las aguas colindantes al Peñón y el istmo que nunca se cedió.
García-Margallo ha asumido el "compromiso" de que el Gobierno no tomará "ninguna decisión" en esta materia sin su "previa deliberación y acuerdo" en el Parlamento. Esto, ha señalado, precisaría de "conversaciones a nivel de confidencialidad", porque, según ha dicho, no sería bueno hablar "con luz y taquígrafos" sobre las "oportunidades y amenazas" que supondría para España recurrir estas cuestiones.
Mientras tanto, el ministro ha asegurado que el Gobierno hace suya una proposición no de ley que presentó el PSOE en el año 1985 que instaba al Ejecutivo a la "recuperación del ejercicio de la soberanía española" sober la colonia y ha concluido su intervención inicial, de casi una hora, citando al expresidente del Gobierno Felipe González: "El problema de Gibraltar tiene una solución lógica, la devolución a España de un trozo del territorio español".