
El Gobierno británico ha convocado al embajador español en Reino Unido, Federico Trillo, para expresarle su "seria preocupación por los retrasos en la frontera entre Gibraltar y España" y para pedir garantías de que los registros exhaustivos a los vehículos "no se repetirán" este fin de semana, ha informado el 'Foreign Office'.
En el comunicado, el secretario de Estado británico de Asuntos Exteriores y para la Commonwealth, Hugo Swire, denuncia los "largos retrasos" de "hasta siete horas" que se produjeron en la frontera entre los días 26 y 28 de julio, que se repitieron el día 30, como consecuencia de los registros "totalmente desproporcionados" a los que sometieron las autoridades españolas a los vehículos que entraban y salían de Gibraltar.
Según Swire, estas "alteraciones" en el flujo aduanero tiene "un impacto directo en la prosperidad y el bienestar de las comunidades de ambos lados de la frontera". "La posición del Gobierno de Reino Unido es que estos retrasos son injustificados, inaceptables y no tienen lugar en una frontera entre dos socios de la UE", recalca en el comunicado.
Los registros han vuelto a producirse este viernes, cuando se han repetido las colas de entre cuatro y cinco horas para salir del Peñón hacia España, ya que en esta ocasión los controles se han hecho a los vehículos que salían de Gibraltar.
La Embajada española en Londres ha trasladado este viernes al Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido que los controles en la frontera con Gibraltar son "irrenunciables". Según han informado fuentes diplomáticas a Europa Press, éste ha sido el mensaje que ha transmitido el encargado de negocios de la Embajada, Ramón Gandaria, al diplomático británico Simon Gass, con quien se ha reunido esta tarde.
Los controles son una "obligación" de España
El ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, William Hague, ya telefoneó el pasado domingo por este motivo al jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, que le explicó que España tiene la "obligación" de hacer estos registros.
Las reclamaciones continuaron los días posteriores y ayer el Gobierno gibraltareño anunció que ha presentado una queja ante la Comisión Europea porque considera que las autoridades españolas están provocando "deliberadamente" retrasos en la frontera.
El ministro de Exteriores respondió este jueves a las autoridades del Peñón que España está "cumpliendo estrictamente la legislación" con los controles en la verja, para "evitar el contrabando, los tráficos ilícitos y el blanqueo de dinero".
"La diferencia es que nosotros estamos cumpliendo estrictamente la legislación y el Gobierno de Gibraltar ha escogido una política de hechos consumados violando la legislación europea, entre ella la legislación medioambiental", añadió el ministro, en referencia al lanzamiento de bloques de hormigón que las autoridades de Gibraltar llevaron a cabo la semana pasada en aguas próximas al Peñón, en las que faenan pescadores españoles y que el Gobierno ha denunciado ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
Segunda vez que Trillo es convocado
Esta es la segunda vez que Federico Trillo es convocado por el Gobierno de Reino Unido, después de que lo hiciera en noviembre de 2012 para expresarle su "preocupación" por las "incursiones provocadoras" que, según alegaba, se habían producido días antes en "aguas territoriales británicas en Gibraltar".
Las tensiones diplomáticas han vuelto a estallar después de que la semana pasada empresas contratadas por el Gobierno de Gibraltar lanzaran al mar hasta 70 bloques de hormigón, con los que dice construir un arrecife artificial para proteger la biodiversidad del fondo del mar, pero que los marineros españoles atribuyen a un intento de impedir que faenen en la zona.
Colas de varias horas
Tras unas jornadas de relativa calma en cuanto a los controles de acceso a Gibraltar, de nuevo este viernes han vuelto las colas de espera de entre cuatro y cinco horas para salir del Peñón hacia España.
Fuentes conocedoras de la situación han confirmado que "de nuevo se van a hacer controles exhaustivos por parte de Guardia Civil y Policía Local", pero a diferencia de lo ocurrido hace unos días "de momento sólo a la salida".
Esa medida es la que más perjudica a los gibraltareños ya que no tienen capacidad ni espacio para desviar el tráfico sin provocar cierta sensación de caos en los accesos de salida e incluso en la pista de aterrizaje del aeropuerto del istmo.