
El Gobierno asegura que en estos momentos "no tiene previsto" implantar ningún sistema de pago por uso en las carreteras estatales. En el primer trimestre del año, las autopistas de peaje españolas perdieron un 8% de su tráfico.
Así se recoge en un texto parlamentario que el Ejecutivo ha enviado en respuesta a una pregunta del portavoz adjunto de UPyD en el Congreso, Carlos Martínez Gorriarán, quien se interesó sobre este asunto a raíz de unas declaraciones del secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, argumentando que el coste del mantenimiento de las infraestructuras de transporte debería canalizarse a través de sistemas de pago por uso.
"En España tenemos un magnífico patrimonio de infraestructuras y hay que administrarlo, y hay que ir trasladando al ciudadano el concepto de que hay que mantenerlo y que su conservación debe asumirse por quienes lo usan. Nadie concibe que una piscina pública se pague con los impuestos de todos en vez de con las entradas que paguen quienes la usen", declaró el responsable de Fomento.
Estas palabras causaron preocupación en la formación magenta, que preguntó al Ejecutivo si tiene intención de implantar alguna forma de peaje en las redes viarias de alta capacidad, y requería información sobre qué informes avalarían la implantación de un sistema de ese tipo.
En su respuesta, que recoge Europa Press, el Ministerio de Fomento afirma que "en estos momentos no está prevista la implantación de pago por uso en la red de carreteras estatales", aunque deja la puerta abierta a alguna fórmula para los camiones de mercancías en virtud de las nuevas obligaciones reguladas en la directiva 2011/76 relativa a la Aplicación de gravámenes a los vehículos pesados de transporte por el uso de determinadas infraestructuras, que debe estar traspuesta antes del 16 de octubre próximo.
Las autopistas de peaje pierden un 8% de su tráfico
Las autopistas de peaje españolas registraron un descenso del 8% en su tráfico medio diario en el primer trimestre del año, que cerró así con 13.358 usuarios al día, un volumen mínimo para este periodo desde al menos el inicio de la crisis, según datos del Ministerio de Fomento.
La intensidad media diaria de las vías de pago españolas en los tres primeros meses del año es además un 33% inferior en relación a la de 20.236 vehículos contabilizados en el mismo periodo de 2007, ejercicio previo a la crisis.
La red de autopistas españolas, que suma 2.560 kilómetros de longitud, inicia así con descensos 2013, después de cerrar 2012 en niveles de tráfico de 1998 y encadenando seis ejercicios consecutivos de descensos.
En cuanto a las autopistas que actualmente afrontan un riesgo de quiebra, en el primer trimestre del año perdieron entre un 6% y un 27% de sus usuarios, con la excepción de la vía que une Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete), que mantuvo estable su tráfico en 2.174 vehículos diarios.
La autopista radial R-2 Madrid-Guadalajara redujo un 27% el número de vehículos entre enero y marzo, hasta contabilizar una media diaria de 4.670 tránsitos, y la vía que une Madrid-Toledo perdió un 16% del tráfico en el periodo, hasta las 1.384 circulaciones diarias.
La R-4 Madrid-Ocaña (Toledo) las disminuyó en un 14%, hasta 3.958, mientras que la R-3 y la R-5, que unen Madrid con Arganda y con Navalcarnero, se anotaron un descenso del 11% cada una, de forma que contabilizaron 9.269 y 6.694 vehículos de media diaria.
De igual forma, la vía de pago que une Cartagena y Vera y la circunvalación de Alicante experimentaron descensos de tráfico del 9% en ambos casos, y la Autopista Eje Aeropuerto que conecta Madrid con Barajas perdió un 6% de sus usuarios, si bien es la que registra un mayor volumen de tráfico (17.244 vehículos).
El sector concesional descuenta que 2013 será un nuevo año de caídas en el número de usuarios de las autopistas. Según indicaron a Europa Press en fuentes de las concesionarias de estas vías, a la crisis y al encarecimiento de los combustibles se suma "la mejora de las condiciones de circulación por las autovías libres de peaje, el descenso de la movilidad, y la menor predisposición de los conductores a pagar peajes".