Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una banda que captaba a personas con dificultades económicas graves para cometer estafas a financieras mediante el acceso a créditos de consumo, con el arresto de diez personas, según ha informado este viernes la policía catalana.
La investigación se inició en enero cuando los agentes lo supieron por la denuncia de una entidad financiera en la que había aumentado el número de créditos de compra de vehículos nuevos impagados, y correspondían al mismo concesionario de Ripollet (Barcelona).
El grupo, formado mayoritariamente por miembros de una familia, contactaba con personas con problemas económicos mediante anuncios en la prensa en que ofrecían dinero de forma fácil, rápida y sin necesidad de ninguna garantía.
¿Cómo operaban?
Una vez hecho el contacto, los autores le proponían un negocio que consistía en comprar vehículos nuevos: los detenidos tramitaban la compra y, una vez adquirido el coche, cambiaban la titularidad para evitar que al vehículo se pudiese hacer reserva de dominio, figura legal que impide venderlo por impago.
La titularidad final correspondía a una empresa fantasma creada y gestionada por el clan; esta empresa vendía los vehículos a terceras personas que lo compraban de buena fe.
La primera persona que había financiado el vehículo recibía un 50% del precio del coche, quedándole la deuda con la financiera por el 100% del importe, deuda que en la mayoría de los casos no podían asumir dado que eran personas que se encontraban con graves problemas económicos y de liquidez.
La misma operativa la hacían servir también para compras de pequeños productos, principalmente de electrónica y telefonía móvil, y la banda había desarrollado su actividad en las provincias de Barcelona, Lleida y Tarragona.
Los Mossos han detenido a diez personas por estos hechos, para los que el juez ha decretado libertad con cargos para nueve y prisión para el jefe del grupo, quien tenía antecedentes por hechos similares e incluso había estado en la cárcel.
Los agentes han podido recuperar hasta el momento nueve vehículos y dos armas de fuego, que se encontraban en el domicilio de los detenidos.
La operación continúa abierta y no se descartan nuevos arrestos en una investigación que ha podido identificar a 17 financieras como perjudicadas por la estafa, estando siendo investigadas unas 40 personas y el valor total de la estafa puede rondar los 300.000 euros.