España

Los escándalos fuerzan a Oleguer Pujol a dejar la administración de su empresa

Oleguer Pujol

Los múltiples escándalos que salpican a la familia Pujol -el caso ITV, el supuesto desvío a paraísos fiscales, las presuntas cuentas en Suiza, las millonarias inversiones en México y el dinero en bolsas transportado a Andorra, entre otros- han obligado a Oleguer, el hijo pequeño, a ceder la administración de sus negocios.

Dedicado a la banca de inversión y la gestión inmobiliaria desde hace más de 14 años, Oleguer Pujol Ferrusola es propietario desde 2009 del 50 por ciento de Drago Capital, una firma que gestiona una cartera de inmuebles con una superficie total de 600.000 metros cuadrados y un valor de más de 2.700 millones de euros.

Entre otros activos, la firma se encarga de la administración de los inmuebles de Prisa, 1.152 oficinas del Santander, 105 de Bankia, hoteles y complejos turísticos en Canarias y edificios de viviendas en Lisboa y Oporto, en Portugal.

El resto del accionariado de la firma es propiedad de Luis Iglesias, un profesional del sector, exdirectivo de JP Morgan Asset Management y de Morgan Stanley.

Reorganización

Según han confirmado a elEconomista fuentes de toda solvencia, Oleguer Pujol, que figura en el organigrama de la compañía como director de Operaciones, aparecía desde 2009 en el RegistroMercantil como administrador único de la empresa.

El consejo de administración de Drago Capital se amplió y estaba formado desde hace meses, sin embargo, por otras dos profesionales de la firma -Vanessa Gelado, directora de la firma; y María Jesús Bustamante, responsable financiera-, pero ante el protagonismo que ha tomado en los medios debido a la situación judicial de los Pujol , y para no perjudicar la imagen de la empresa, se ha optado por la salida del pequeño de la familia. Eso, a pesar de que Oleguer Pujol no está implicado en ningún caso ni mucho menos investigado ni por la justicia, ni por la Policía ni por Hacienda.

Tanto Gelado como Bustamante seguirán vinculadas al mismo, pero se incorporan también Javier Prado, el exconsejero delegado de Riofisa y Alfonso Mato Ansorena, de la casa de subastas Ansorena, quedando como secretario del máximo órgano de administración el despacho de abogados Gómez Acebo.

Las fuentes consultadas insisten, no obstante, en que aunque Oleguer Pujol salga del consejo para evitar que la firma se vea perjudicada ante las investigaciones abiertas por la Fiscalía Anticorrupción y la Policía sobre el resto de su familia -especialmente sobre sus hermanos Jordi y Oriol- seguirá vinculado a la misma no sólo como accionista, sino también como empleado de la misma.

Gestión y propiedad distintas

Drago Capital fue fundada en 2001 por Luis Iglesias, que fichó dos años después a Oleguer , justo el año en el que el padre de éste, Jordi Pujol , abandonaba la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Aunque la sociedad gestiona unos activos millonarios hay que tener en cuenta, no obstante, que se trata sólo de una gestora y que no es, por lo tanto, dueña de los mismos. La propiedad de la mayor parte de las sociedades accionistas de los inmuebles recae en un fondo: Drago Real Estate Partners, con accionistas y administradores completamente diferente.

De hecho, los gestores de Drago Capital tienen tan sólo un 1 por ciento del mismo. El resto, en manos de la firma de capital riesgo británica Sun Capital, con un 39 por ciento; un fondo de pensiones holandés, Sitchting Pensionen Fund (ABP), con un 35 por ciento del capital; y la aseguradora británica Pearl Assurance, con un 25 por ciento. Hasta el año pasado había otro socio, Royal Bank of Scotland, que controlaba el 17,38 por ciento del capital, pero que optó por traspasar esta participación al resto de los accionsitas.

El fondo opera desde Guernsey un territorio offshore ubicado en el Canal de la Mancha y dependiente de la Corona británica. Drago Real Estate Partners no participa, en cualquier caso, tampoco directamente en las sociedades inmobiliarias, sino que por cuestiones fiscales y para lograr un ahorro de impuestos, lo hace desde una sociedad holandesa, Drago Mediterranean Holding. La apertura de un holding en los Países Bajos es, de hecho, una operativa habitual en este tipo de fondos de capital riesgo.

Esta sociedad es titular, por ejemplo, del cien por cien de Tres Forcas Capital, dueña de la parcela de un centro comercial y parque de medianas en la ciudad de Melilla; de Servifonia Plus, propietaria del Hotel Costa Canaria, situado en la Playa del Inglés, en la localidad de San Bartolomé de Tirajana, en la isla de Gran Canaria, y adquirido en 2006, o de Bhorucco Park y Arquillo Resorts, que gestionan también complejos turísticos en las islas.

Sus activos más importantes son, sin embargo, el 6,61 por ciento en Samos Servicios y Gestiona -el 93,39 por ciento restante pertenece a Pearl Group-, que es la sociedad titular de 152 sucursales del Banco Santander repartidas por toda la Península, Baleares, Canarias y Melilla, con una superficie total de 437.835 metros cuadrados y el 50 por ciento que tiene en Longshore, sociedad propietaria de los activos de Prisa.

La operación de compra de las oficinas del Santander se firmó en noviembre de 2007 con un contrato de arrendamiento suscrito por el banco a 25 años, prorrogables por 21 más. La renta anual inicial es de 101 millones?de euros y se incrementa anualmente en un 5 por ciento durante los primeros 10 años. La adquisición de los inmuebles de Prisa, en julio de 2008, se realizó conjuntamente con Royal Bank of Scotland, y supuso la compra del histórico edificio de Gran Vía 32, en Madrid; la sede de El País en la calle Miguel Yuste, también en la capital de España y el inmuble que la empresa tenía en la calle Caspe, en Barcelona.

Posteriormente, el banco traspasó su participación al fondo de pensiones de la Policía Montada del Canadá, PSP Investments. La firma Drago Capital gestiona también más de un centenar de oficinas de Bankia, aunque en este caso sólo participó como asesora en la operación.

La propiedad corresponde a una sociedad participada por Cerberus, otro fondo de inversión con unos activos bajo gestión de más de 23.000 millones de dólares (17.500 millones de euros). En la mayoría de los casos, la intención de Drago Real Estate es ir desinvirtiendo poco a poco a lo largo de los próximos cinco años.

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