El Gobierno catalán insiste en exigir un trasvase del Segre mientras Aragón se opone

El presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero no puede bajarse de la "burra". Eso deben de pensar en el Ejecutivo en relación a la oposición del trasvase de agua desde el río Segre (afluente del Ebro) a Barcelona. Y es que si da su brazo a torcer... ¿por qué en Valencia no?

El socialista Marcelino Iglesias se reunió ayer con el presidente de la Generalitat, José Montilla, en un acto de recuerdo de la Corona de Aragón y dejó clara su oposición a un trasvase, sea cual sea. Ha recordado que como el río Ebro ya estuvo expuesto a un proyecto de trasvase a Valencia y Murcia, "establecimos algunas precauciones en nuestro texto estatutario y por eso las autoridades aragonesas no disponen de margen de maniobra, sino que están obligadas por el Estatuto de Autonomía".

Iglesias explicó en Poblet con el presidente catalán, José Montilla, es el primero después del anuncio del gobierno catalán de sus intenciones de trasvasar agua del Segre y que solamente ha habido "conversaciones informales" sobre el tema.

Cataluña 'no se lo cree'

Mientras que el gobierno central y el presidente de Aragón coinciden en rechazar cualquier trasvase, el gobierno catalán insiste en proponerlo. El conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, dijo que no puede creer la postura expresada por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, contra el trasvase del Segre sea razonada.

El conseller ha indicado que hoy mantendrá un intercambio de opiniones al respecto en el encuentro que tiene previsto celebrar con su homóloga del Gobierno, Cristina Narbona.