El sector hotelero está satisfechos. Los destinos habituales para pasar las vacaciones de Semana Santa han registrado una afluencia de visitantes en línea con lo esprado y los hoteles se han llenado. Eso sí, sin arriesgar porque han sacado el mismo número de plazas que el año pasado.
Parece que el frenazo económico no se nota a la hora de emprender viaje, pero sí a la hora de gastar en el destino. Costa, montaña y ciudad. Todo parece tener colgado el cartel de completo, o casi, para estos días. Los hoteleros prevén un lleno técnico a partir del Jueves Santo.
Los mayoristas no se han pillado los dedos como el año pasado. Han contratado menos oferta para poder vender casi todas las plazas sin rebajas de último minuto. Y es que la crisis empieza a sentirse en los bolsillos. La gente no renuncia a las escapadas, aunque haya que financiar el viaje y ajustar el gasto. El sector de la restauración habla de hasta un 20 por ciento menos de ventas desde que comenzó el año.