Numerosas personas acudían el miércoles a la sede madrileña de Comisiones Obreras para rendir homenaje al histórico líder comunista español Santiago Carrillo, una figura clave de la Transición española, que falleció el martes a los 97 años.
La capilla ardiente con los restos del que fuera secretario general del Partido Comunista, que murió tranquilamente mientras dormía la siesta en su casa, quedó instalada desde las 10 de la mañana en el auditorio Marcelino Camacho de la sede de CCOO en Madrid. Tras la incineración de sus restos, las cenizas se esparcirán en Gijón, su ciudad natal.
Desde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hasta compañeros de izquierdas y rivales políticos coincidieron en considerar a Santiago Carrillo "una personalidad fundamental en la reciente historia de España".
"El destacado papel que desempeñó durante la Transición y su contribución al orden constitucional, al nuevo marco de convivencia y a un futuro común sin abandonar sus profundas convicciones, perdurarán como referente para la política española", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un telegrama de pésame enviado a la familia y colgado en la página web de La Moncloa.
Carrillo fue la última figura pública que tomó parte activa en la Guerra Civil, pasó un periodo en el exilio tras ser perseguido en el Franquismo y participó activamente en una transición tensa a la democracia tras más de 40 años de dictadura.
"Carrillo es una persona que ha protagonizado una larga carrera política en la lucha y en la defensa de los valores de la izquierda y la defensa de los derechos de la clase trabajadora (...) ha jugado un papel importantísimo en lo que ha sido todo el proceso de transición democrática", dijo el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara.
Los Reyes acudieron el martes a su domicilio a dar el pésame a la viuda, Carmen Menéndez, y sus hijos.
Fumador empedernido, en la última semana había sufrido un empeoramiento de su estado de salud. El pasado julio fue hospitalizado en Madrid por un problema de riego sanguíneo.
Su carrera política comenzó en su juventud ya que a los 19 años era secretario de las Juventudes Socialistas. Su principal cargo de responsabilidad le llegó en 1960 en el exilio, cuando fue nombrado secretario general del Partido Comunista, puesto que abandonó en 1982 tras unos malos resultados electorales. Fue diputado nacional durante cinco años, desde las primeras elecciones democráticas de 1977.
"Sin duda Santiago Carrillo está entre esos españoles claves para entender nuestra Transición. Es por eso por lo que quiero expresar hoy mi agradecimiento en nombre del PSOE y hacerlo aquí en este Parlamento en el que él, durante muchos años, defendió sus ideas", dijo el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.