España

La renovación que prepara Zapatero ignora el descalabro del sector exterior

José Luis Rodríguez Zapatero. Foto: archivo
El propósito de enmienda que prometió José Luis Rodríguez Zapatero cuando en la noche electoral anunciaba su "gobernaré corrigiendo los errores" no afectará a nuestro maltrecho sector exterior. Antes al contrario, el programa de Gobierno para la legislatura que se inicia en materia de "Innovación y Competitividad Exterior" es marcadamente continuista, carente de propuestas novedosas y sin ninguna cuantificación.

Una nueva reedición de la política de "muchos planes y pocos remedios" decepcionante (eso sí, tampoco más que la oferta programática de sus oponentes populares) para las exigencias de un país que, como nos recordaba el Banco de España el pasado viernes, ha elevado el déficit de sus cuentas con el exterior un 25,3 por ciento en 2007, hasta 106.201 millones de euros, cifra que supera ya el 10 por ciento del PIB, la peor tasa de todos los países industrializados en el mundo, y que aporta el 72 por ciento de todas las pérdidas exteriores de la UE.

Unos datos, los de la Balanza de Pagos del año pasado, que disparan la necesidad de financiación de la economía española hasta los 101.388,9 millones de euros, un 29 por ciento más que en 2006, mientras crece el saldo negativo de nuestros intercambios comerciales, agravado por el estancamiento de los ingresos procedentes del turismo.

Abanico de medidas

Y frente a eso, la respuesta que ofrece el programa del Gobierno para "favorecer la competitividad exterior" se concreta en profundizar en las actuaciones ya desarrolladas, para las que enumera un conjunto de medidas, entre las que destacan: aumentar el acceso y el uso por parte de las empresas de los mecanismos de financiación de la UE y otras instituciones multilaterales; intensificar "las prácticas contra el comercio desleal a través de instrumentos de defensa comercial como son las medidas contra la piratería, el contrabando y el dumping, tanto económico como social y medioambiental, y las claúsulas de salvaguardia", o elaborar un "plan para reforzar la red de Oficinas Comerciales y ampliar sus Centros de Negocios".

Desde el punto de vista del cambio de modelo económico, las actuaciones se dirigen a "intensificar los esfuerzos de apoyo a la estrategia exportadora en aquellas empresas que incorporen I+D o innovación no tecnológica asociada al diseño y la identidad de marca"; además de crear "un programa específico de impulso a la exportación de servicios con gran potencial como los financieros, de asistencia técnica, audiovisual o de Internet"; programas en los que ya está trabajando el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).

También son continuistas las medidas para ampliar la base de empresas exportadoras. Se prestará especial atención "a las autonomías donde las ventas al exterior tienen mayor potencial de desarrollo", para lo que se establecerán convenios que permitan diseñar "instrumentos conjuntos y extender los programas de iniciación a la exportación". Una iniciativa coherente que ya está desarrollando hoy el ICEX a través de los programas PIPE y Aprendiendo a Exportar, y que han demostrado su eficacia.

Ayuda al desarrollo

Tampoco hay novedad en las prioridades geográficas que apuntan a "reforzar el despliegue en los mercados donde se manifiesta con más intensidad la globalización, India, China o Brasil, entre otros", y a "iniciar un nuevo ciclo de consolidación empresarial en América Latina y el Magreb", dirigido a las pymes.

Finalmente, el programa se complementa con el anuncio de "una campaña internacional de refuerzo de la imagen de España", tanto como cobertura a las empresas españolas en el exterior como para la promoción de España como destino de inversión extranjera.

Especial interés reviste el tratamiento que el Gobierno da al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), un instrumento que nació para apoyar la internacionalización de las empresas, pero que el programa incluye ahora en el ámbito de la política exterior y de la cooperación. Aunque el documento no entra en detalles, sí anuncia una reforma del FAD, "de cara a su definitiva adecuación al proceso de modernización que está viviendo la cooperación española".

Y anuncia también: "Seguiremos practicando una política sólida y decidida de condonaciones de deuda vinculadas a desarrollo; fomentaremos una mayor y más decidida participación del sector privado en la cooperación española, dando forma y contenido a la necesaria corresponsabilización social de las empresas españolas en el mundo" y confirma que España "seguirá desarrollando programas de canje de deuda por inversiones en educación y otras políticas sociales, que han beneficiado ya a siete países latinoamericanos".

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