España

El Gobierno fijará un impuesto a la banca para las operaciones en bolsa

  • Baraja implantar una 'tasa Tobin' similar a la de Francia a partir de 2013
  • Gravaría la compra de acciones de empresas y los seguros sobre deuda pública
Una vista del patio central de la Bolsa de Madrid. Foto: Nacho Martín.

El Gobierno quiere gravar a la banca y a los brokers por determinadas operaciones en bolsa, como la simple compra o venta de acciones, a partir de 2013.

Este tipo de impuesto, conocido como tasa Tobin e implantado por Francia el pasado agosto, nació del interés de las autoridades europeas en poner límites a las operaciones especulativas en los mercados y abrir una nueva fuente de ingresos para las escúalidas arcas públicas.

En el sector financiero alertan de que su capacidad recaudatoria es limitada frente al perjuicio potencial de alterar la operativa bursátil en el mercado.

El borrador del Proyecto de Ley sometido a consulta al sector establece tres niveles de gravamen: la compra "a título oneroso" de acciones, en las anulaciones o modificaciones de operaciones de alta frecuencia y la adquisición de contratos de seguros frente a impagos (CDS) sobre títulos de deuda pública española o de otro país miembro de la Unión Europea si el inversor no los tiene en propiedad.

Se prevé aplicar en operaciones ejecutadas en España, con independencia de que el título cotice en bolsas nacionales o en cualquier país del mundo que funcione de acuerdo a lo regulado en la Ley de Mercado de Valores española de 1988.

En el caso de las acciones afectará a las emitidas por sociedades españolas por encima de un determinado valor de capitalización bursátil, tengan o no su sede en España, y en "títulos que representen" acciones -potencialmente los paquetes de acciones o ADR que se negocian en bolsas como la de Nueva York-.

Francia fijó una tasa del 0,2%

El borrador del Proyecto de Ley no especifica la tasa a aplicar ni la capitalización de las empresas. Francia fijó el gravamen en el 0,1% bajo presidencia de Nicolas Sarkozy, y su sucesor, el socialista François Hollande, lo duplicó hasta el 0,2% para recaudar 1.600 millones al año y fijó el umbral de capitalización en 1.000 millones. El borrador prevé que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas fije el linde cada año.

Fuentes de Hacienda indicaron que no hay decisión tomada ni de cúando ni cómo se configurará, aunque está encima de la mesa porque se acordó en el Ecofin de junio.

Y es que su adopción era esperada. La Comisión Europea impulsó ya en 2011 una directiva para implantar la tasa y cuantificó en 57.000 millones anuales la recaudación, con una tasa del 0,1 por ciento (en España, sería de 4.741 millones según esos cálculos).

Quería un gravamen homogéneo para evitar ineficiencias y fragmentación del mercado europeo pero se topó con la dura oposición de Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Holanda, Chipre y Malta.

La insistencia de Alemania y Francia abrió el camino intermedio por el procedimiento de la "cooperación reforzada" que permite crear una norma si se aplica en nueve países. La apoyaron diez: España, Alemania, Francia, Austria, Italia, Bélgica, Portugal, Eslovenia, Grecia y Eslovaquia, aunque Francia se descolgó antes de tener la directiva y ahora lo hace España.

Aún se desconoce el resultado en Francia, ya que tendrán la primera recaudación en noviembre. París tuvo que modificar el impuesto para hacerlo más efectivo -en un primer inicio excluyó por ejemplo los CDS y cotizadas son sede fuera de Francia-, y su diseño continúa abierto a discusión. "Los problemas de gestión del impuesto en Francia deberían motivar una reflexión más sosegada del proyecto en España", señala Víctor Mendoza, socio responsable del área fiscal para el sector financiero de KPMG.

La banca ha alertado en el pasado sobre el riesgo de "fragmentar el sistema financiero". El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, dijo en la presentación del balance de 2011 que los estudios de simulación revelan que "no hay una disminución de la volatilidad en los mercados", su aplicación "afectaría negativamente a los volúmenes y liquidez", encarecería el coste de capital, "ahora que es más necesario que nunca recurrir al capital para financiarse", y "reduciría la inversión".

"Los impuestos indirectos sobre las transacciones financieras son siempre horribles, un desastre total. Orientan el funcionamiento de las bolsas", afirmó el presidente del Comité Asesor Técnico del Ibex y expresidente de la CNMV, Blas Calzada. "En un mercado como el de capitales, poner una tasa como la Tobin, puede distorsionar más que recaudar", alerta Lorenzo Dávila,director de Departamento de investigación de IEB.

Otro experto reconoce el beneficio recaudatorio y la posibilidad de poner cierto coto a las operaciones agresivas en los mercados, a riesgo de que se deslocalicen las operaciones -se deriven a brokers con residencia fuera de España para evitar el pago- y se sustituya la inversión en bolsa por otros instrumentos financieros.

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