
Pese a la subida del IVA, España soporta todavía una presión fiscal menor que otros países de nuestro entorno, como Grecia o Portugal, que han tenido que subir sus impuestos como consecuencia del rescate, o Italia.
En estos tres países, por ejemplo, el tipo general está en el 23 por ciento. Y en Grecia y Portugal, el reducido es además del 13 por ciento, tres puntos más que en el caso español.
Pero, por si fuera poco, y debido a las condiciones impuestas desde Bruselas, los griegos tienen un impuesto superreducido del 6,5 por ciento y los portugueses del 6 por ciento.
España tendrá, en cambio, un IVA más alto que Alemania, Holanda o Reino Unido, entre otros países.
Desde hoy, la tasa superreducida, del 4 por ciento, se mantiene para productos básicos de alimentación, libros, periódicos y especialidades farmacéuticas. La reducida, del 10 por ciento, gravará carnes y pescados, productos sanitarios, transporte de viajeros, hostelería, turismo y vivienda. Y el general, del 21 por ciento, el resto.