El trabajo de la restauradora aficionada de Borja suma fans anónimos y conocidos. Además de todas las personas que han firmado ya para que dejen el fresco como está, otras caras conocidas también ha mostrado su acuerdo.
El escritor Jesús Ferrero desde su Facebook ha afiramdo que Cecilia Giménez "se ha atrevido a consumar lo que Picasso nunca consumó: modificar un 'clásico' interviniendo directamente sobre la tela y convirtiendo una obra de arte en otra".
"De ser una pintura bastante académica y tremendamente anclada en el siglo XIX ha pasado a convertirse, gracias a las manos radiantes de la dama, en un icono pop", opina Ferrero, idea que también ha defendido el director de cine Alex de la Iglesia a través de su Twitter (@alexdelaiglesia): "Es exactamente un ICONO de nuestra manera de ver el mundo. Significa mucho".
El humorista Berto Romero también ha opinado a través de esta red social, instando a la gente de Borja a que dejen "el 'Cristo Mal' como está" y cobren entrada. "¿No veis que os ha tocado la lotería? Y Cecilia que venda cuadros", añade.
Y es que las dudas acerca de si esta restauración es arte por sí misma o no empiezan a hacerse latentes en la Red. Algunos de los firmantes de la petición de change.org afirman que "refleja de un modo sencillo y naïf la mística popular" (Daniel Saavedra) o "Ni Damien Hirst en sus majores sueños hubiera imaginado tal repercusión mediática"(Alegría Lacoma).
Marcel Duchamp, padre del arte contemporáneo, afirmó que "no son los pintores sino los espectadores quienes hacen los cuadros", y ésta es posiblemente la pintura que más espectadores ha tenido en menos tiempo, gracias a su repercusión en los medios de comunicación y redes sociales.
La nieta del autor pide que se arregle