
Se va a cerrar el grifo financiero de bancos y cajas para las promotoras inmobiliarias si entra en vigor el actual anteproyecto de Ley del Suelo, asegura la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), lo que "pondrá en peligro a muchas empresas", dijo un portavoz.
El secretario general de esta asociación, José Manuel Galindo, en un desayuno de trabajo organizado por la consultora inmobiliaria Knight Frank, explicó que Asprima se ha reunido con entidades financieras que transmitieron a los responsables que dejarán de financiar suelo o proyectos, por lo que únicamente podían financiar directamente a las empresas.
Freno a la especulación
Galindo recalcó que bajo estas condiciones, "muchas empresas ya no podrán financiarse", porque el banco "valoraría a la compañía y no a los proyectos que plantea", tal y como afirmaron recientemente en la reunión las "seis o siete primeros bancos y cajas" de España.
Según este promotor, "este negocio siempre se ha basado en garantías hipotecarias", algo que va a cambiar para muchas empresas con el nuevo régimen de valoración que prevé el anteproyecto de la Ley del Suelo.
Algunos ingredientes de la Ley de Suelo
En concreto, el anteproyecto establece dos situaciones a la hora de valorar el suelo: el suelo rústico -que puede ser transformado hasta que alcance la categoría de urbano- y el urbano como tal. El origen de este problema es que la futura Ley del Suelo prevé establecer criterios de valoración objetivos y tasar los suelos por lo que hay en ellos y no por lo que pueda llegar a haber.
Lo que preocupa a los promotores es que se va a valorar el suelo sin tener en cuenta las expectativas futuras, lo que provoca que las tasaciones sean más bajas, no corresponden con la realidad, y induce a un mayor endeudamiento de los promotores. No obstante, la futura legislación introduce una disposición transitoria tercera que establece que todos aquellos terrenos que a la entrada en vigor de la ley estén catalogados como suelos urbanizables delimitados (en fase más avanzada de planeamiento), se valorarán con arreglo a las tablas actuales.
Por contra, los urbanizables no delimitados y los rústicos deberán ser tasados en base al futuro régimen. También se tendrá en cuenta la ubicación del suelo. Sin embargo, según Galindo, con el nuevo sistema de valoración podría pasar que un suelo de cerezas en el Valle del Jerte costara más que un suelo plenamente integrado en un espacio urbano.
Además, señaló Galindo, "el valor del suelo es el que es", y el valor de posición de un terreno "siempre es objetivo", porque viene reflejado en el coeficiente autonómico de los planes de vivienda. En este aspecto, el secretario general de Asprima también mencionó que un mayor peso de la vivienda protegida, debido a varias medidas que contempla la ley para fomentar su construcción, "puede desequilibrar el balance final del negocio".
Galindo se refirió, asimismo, al cambio del modelo en la gestión urbanística que pretende impulsar el PSOE para fomentar un desarrollo territorial sostenible y evitar la aparición de casos de corrupción vinculados a la especulación del suelo. De esta iniciativa dijo que "puede ser demasiada intervencionista" si no se hace bien.