En época de bonanza muchas han sido los gastos superfluos que los diferentes gobiernos regionales y locales han llevado a cabo. elEconomista.es ha realizado un mapa con los grandes 'despilfarros' que se han realizado en los últimos años en España.
1.- Aeropuerto de Castellón. 152 millones de euros
Promovido por iniciativa del anterior presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, conjuntamente con la Generalitat, con el criterio en contra de Aena y de Fomento, el denominado "aeropuerto sin aviones" costó 122 millones financiado a través de una empresa concesionaria que iba a explotarlo durante 40 años. Además, la empresa pública Aerocas gastó unos 30 millones más en promoción y obras anexas.
Fue inaugurado en marzo de 2011 por Fabra y Francisco Camps, en plena precampaña electoral, y 15 meses después aún no tiene permiso para operar. La Generalitat ha roto el contrato con la concesionaria y negocia cómo pagarle la obra para poder abrirlo.
2.- El Ágora. 90 millones
El Ágora es el hito arquitectónico que Francisco Camps quiso poner en la casi acabada Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, proyectada por sus antecesores. Se inauguró sin estar acabada y la Generalitat no sabe qué utilidad darle. Ha albergado un par de torneos de tenis, desfiles de moda y algún evento más.
Obra de Santiago Calatrava, su coste ronda los 90 millones de euros -se adjudicó por 41- y tampoco se sabe cuándo se pondrán los elementos que faltan en la cúpula, que están almacenados en un solar cercano a falta de que haya presupuesto.
3.- La ciudad de la Luz
Los estudios cinematográficos de Alicante se encuentran al borde del cierre debido a que la Comisión Europea ha declarado ilegales y obliga a devolver las ayudas de 265 millones de euros que la Generalitat dio a la empresa pública para levantarlos.
El Ejecutivo comunitario concluyó que "ningún inversor privado habría aceptado invertir (en la Ciudad de la Luz) en los mismos términos" que el Gobierno valenciano, y añadio que "no sólo no hay necesidad de gastar dinero púbico para financiar a un nuevo operador cinematográfico sino que, además, ello penaliza a los estudios ya existentes y a posibles interesados en entrar al mercado, que tienen que operar sin financiación pública".
Entre las obras realizadas destaca un edificio de tres plantas más sótano que iba a ser destinado a oficinas en el complejo cinematográfico, que nunca se ha utilizado. Costó 14 millones y está vacío desde que se terminó hace cuatro años.
4.- Las torres de Calatrava
Concebidas para rematar la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, afortunadamente no llegaron a construirse, pero la Generalitat valenciana pagó a Santiago Calatrava 15,2 millones de euros por el anteproyecto y la maqueta, con la que Francisco Camps y Rita Barberá pudieron hacerse la foto. Esquerra Unida denunció los hechos, pero la Fiscalía archivo el caso con el argumento de que "no existe la figura delictiva del derroche del dinero público".
El presupuesto de los tres edificios era de 335 millones. La Generalitat intenta ahora vender el terreno, pero una cláusula del contrato de Calatrava obliga al comprador a ejecutar el proyecto bajo la dirección de obra del arquitecto valenciano.
5.- Centro de convenciones de Castellón
Se trata de otro proyecto de Santiago Calatrava no realizado, a pesar de lo cual, el arquitecto cobró 2,7 millones de euros por el anteproyecto y la maqueta.
Lo grave de este caso es que la Generalitat le encargó a través de una empresa pública un auditorio con un presupuesto de 60 millones y Calatrava, que cobra un porcentaje de coste de la obra, presentó uno mucho más grande, presupuestado en 100.
Cuando los responsables de la obra se negaron a pagarle, Calatrava alegó que el aumento de tamaño le había sido solicitado por el alcalde de Castellón -Alberto Fabra, hoy presidente de la Generalitat-, que no era el promotor de la obra. Finalmente, los dos responsables de la empresa fueron relevados de su cargo y los nuevos pagaron los 2,7 millones "como gesto de buena voluntad", sin dar por cumplido el contrato por parte de Calatrava.
Al igual que con las llamadas Torres de Calatrava, Esquerra Unida denunció el caso, pero el fiscal jefe de Castellón no vio delito.
6.- Hospital de Liria
El Gobierno de Francisco Camps prometió que los valencianos dispondrían de al menos un hospital por comarca, sin reparar en el gasto anual que supone su mantenimiento. Tras gastar más de 300 millones en el macrocentro de La Fe, en Valencia, tenía previsto inaugurar el de Llíria, situado a 25 kilómetros de la capital valenciana, en la que sobran camas y Sanidad ha tenido que cerrar plantas para ahorrar.
El hospital de Llíria costó más de 30 millones, está acabado desde hace un año y no tiene fecha de apertura porque Sanidad no quiere añadir a su presupuesto el coste de contratar al personal y el gasto corriente.
Con este precedente, la anunciada construcción de otros tres hospitales comarcales, en Torrent, Ontinyent (ambos en Valencia) y Vall d'Uixó (Castellón) se ha aplazado sine die, y el nuevo hospital de Gandia, cuyas obras están muy avanzadas, se ha retrasado, aunque este caso es menos problemático que el de Llíria, ya que su apertura supondrá el cierre y traslado del actual hospital Sant Francesc de Borja.