
España aún tiene margen para aumentar los impuestos, en especial los del trabajo y el consumo. Así se desprende de los cálculos realizados por el economista alemán Harald Uhlig, director del Departamento de Macroeconomía de la Universidad de Chicago, junto con Mathias Trabandt, del Federal Reserve Board. Según ellos, algunos países, entre ellos el nuestro, tienen espacio de maniobra para enfrentar la crisis por la vía de los ajustes fiscales. El Gobierno de Mariano Rajoy se basó en sus conclusiones a la hora de inclinarse, en diciembre pasado, por una subida inmediata del IRPF, dejando para más tarde un posible incremento del IVA o de los impuestos sobre el capital.
En el estudio '¿Cuán lejos estamos de la pendiente resbaladiza? La Curva de Laffer' revisada, buscan responder cuál es la tasa de interés sobre la deuda pública pendiente que los gobiernos podrían pagar sin reducir el gasto. Hicieron cálculos sobre la base de las cuentas de 2010 de Estados Unidos y 14 países de la Unión Europea.
Uhlig y Trabandt revisaron la curva de Laffer, que indica la relación entre la carga tributaria y los ingresos del Estado. Hace 40 años fue desarrollada por Arthur Laffer para contrarrestar el idea de que al subir los impuestos se disparaba la recaudación. Concluyó que, si el 100% del salario del trabajador fuera gravado, la gente dejaría de trabajar porque no tendría ganancia. Con eso, caerían también los ingresos fiscales. A la cresta de la curva, con la tasa de interés más alta, le sucede una caída en picado de la recaudación, un paso hacia el lado derecho del gráfico.
¿Qué países podrían subir los impuestos?
Según sus conclusiones, los Estados pueden garantizarse más ingresos si gravan más al trabajo que al capital. Por ejemplo, Estados Unidos puede incrementar sus ingresos fiscales en 30% si aumenta los impuestos al trabajo, pero ese porcentaje se queda sólo en el 6% si la subida de la presión se aplica sobre el capital. Los mismos números para la Unión Europea son 8% y 1% respectivamente. Alemania puede incrementar sus ingresos un 10% si sube el gravamen al trabajo, pero el porcentaje es menor si sube el de capitales.
Ante estos números, el equipo económico del Gobierno no tuvo dudas y decidió incrementar los tipos del IRPF.
El análisis de Uhlig señala que España podría permitirse pagar tasas de interés de hasta 9% por su deuda, si tensa un poco la cuerda de los impuestos para recaudar más. Con una variación del 3,5% en el ingreso fiscal por renta al trabajo podría pagar esa tasa. En cambio, si varía en 1,8% los impuestos al capital podría sostener un tipo de interés de 7%. En los gráficos de Uhlig, tanto en el referido al impuesto al trabajo como el de capital, España aún se encuentra en el lado izquierdo, a unos 30 puntos porcentuales de la cumbre, después de la cual viene la caída de la recaudación.
Alemania, Irlanda, Gran Bretaña y Portugal tienen más margen de aumento de impuestos. Más cerca de sus niveles máximos de alzas de impuestos al trabajo están Dinamarca, Suecia, Bélgica, Francia, Finlandia o la UE como conjunto.
Las contradicciones de Rajoy
Que una fuerte subida de impuestos podía echar por tierra la recaudación -y apagar la iniciativa privada- fue uno de los alegatos del PP durante la campaña electoral del año pasado, que le hizo prometer que no los aumentaría. Terminaba 2011 y, ante el enorme déficit, el Ejecutivo aumentó el IRPF. Las cuentas de Uhlig sirvieron como justificativo de la decisión, que se convirtió en tendencia en Europa.
Ahora el Gobierno español prevé subir el IVA y los impuestos especiales para intentar cumplir con el programa de estabilidad 2012-2015 que ha enviado a Bruselas. En las comparaciones entre 14 países de la UE, los datos de Uhlig señalan que en España los impuestos al consumo son más bajos que en el resto de la región, donde los tipos promedian más de 20%. Las cuentas de Uhlig indican que España está lejos de la cumbre de la curva de Laffer para el consumo. Sin embargo, cuando ajusta las mediciones e introduce el elemento del capital humano, esa distancia se acorta de golpe y la pone al 23% de alcanzar esa cima.
Recortar para crecer
Otro de los economistas más consultados, el italiano Alberto Alesina, profesor de la Universidad de Harvard, plantea -a trazos gruesos- que los ajustes (incluidas reformas en el Estado de Bienestar) pueden lograr que el ratio de la deuda sobre el PIB se reduzca y que los mercados recuperen la confianza.
Su ascendencia sobre los políticos se hizo patente cuando preparó un análisis para la reunión de ministros de Finanzas de la UE que se celebró en Madrid en 2010. En su trabajo 'Ajustes fiscales: lecciones de la historia reciente', desplegó la tesis de que, en las décadas de los ochenta y noventa, casi el 70% de los casos exitosos de crecimiento y expansión de las economías a corto plazo han ocurrido gracias a recortes del gasto público. Irlanda e Italia son los ejemplos que ha citado, no sin críticas de los detractores de la austeridad como salida a la crisis.