Seis de las nueve regiones de Bolivia se aprestan a anunciar medidas contra un referendo ratificatorio de una nueva Constitución impulsada por el presidente izquierdista Evo Morales, quien llamó al diálogo a la oposición con la advertencia de que el tiempo se agota.
El Consejo Nacional Democrático (Conalde), que agrupa a líderes regionales opositores de derecha que dominan en Santa Cruz, Tarija, Pando, Beni, Cochabamba y Chuquisaca, estudia este domingo medidas de desacato contra el referendo, convocado para el 4 de mayo.
El prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, anticipó a la prensa local que el Conalde tomará decisiones contra "el golpe artero a la democracia" que supuestamente dio el gobierno al llamar a consulta popular tras obtener la autorización el jueves del Congreso en una sesión en ausencia de la oposición.
Ante el inminente llamado al desacato, el presidente izquierdista de Bolivia, Evo Morales, advirtió este domingo que el tiempo del diálogo para superar la crisis política en su país se agota.
A pesar de ello, Morales llamó a la oposición a reanudar el diálogo, interrumpido el fin de semana, cuando el Congreso, dominado por el oficialismo, autorizó el referendo a fin de avalar la nueva Carta Magna impulsada por mandatario.
"Hemos intentado por todos los lados el diálogo; intentaron desestabilizar al gobierno, al Estado mismo con el tema de las autonomías, otra temporada con el tema de los dos tercios (de voto en la Asamblea Constituyente), usaron a la gente de Sucre con el tema de capitalía, engañándola", deploró.
El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, a su vez presidente del Congreso, dijo en tanto que "a pesar de esos boicots, de esos bloqueos, de esos desplantes, de esos insultos, estamos obligados a volver a dialogar, pero (..) el diálogo será fructífero cuando cada una de las partes esté dispuesto a retroceder y cambiar sus puntos de vista: el gobierno lo ha hecho".
"Hay un grupo muy duro, yo diría fascista, de la oposición cívica-empresarial que no quiere nueva Constitución, no importa qué cambio le hagamos no quiere nueva Constitución porque sabe que si la aprobamos ya no van a poder privatizar hidrocarburos, ya no van a poder repartir las tierras como las repartían antes; y ese es el punto de fondo", afirmó García Linera.
En una rueda de prensa en la casa de Gobierno, Morales reiteró en tanto denuncias de su gobierno de que tres connotados dirigentes de la oposición de derecha, entre ellos el presidente del Senado, Oscar Ortiz, se entrevistaron recientemente con miembros de la comunidad diplomática para pedirles que revisen su relación con Bolivia.
"Ahora, de manera muy descarada, apelan a la comunidad internacional", criticó el presidente izquierdista de origen indígena aymara.
"Tienen derecho a informar, nosotros también vamos a empezar a informar la verdad y la verdad es que acá se agota el diálogo", enfatizó.
Agobiado por la oposición, Morales se lamentó de "tantas acusaciones y con el racismo, de paso".
Los liderazgos de esas seis regiones son firmes opositores de Morales y anteponen las autonomías regionales a la nueva Constitución.
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