
Sanidad trabaja con celeridad para aprobar en los próximos tres meses cambios en el modelo actual para garantizar la propia sostenibilidad de un sistema que a día de hoy acumula 20.000 millones de euros de deuda. El copago, en principio, no se contempla, aunque las CCAA tendrán libertad para incluirlo en algún sentido, como ya ha hecho Cataluña.
En tres meses, el Gobierno de Mariano Rajoy planea tener aprobado un plan que reformará el modelo sanitario para hacerlo sostenible y asegurar la permanencia de su gratuidad sin echar mano del copago -esta opción sería libre según decida cada comunidad autónoma-. El departamento que lidera Ana Mato trabaja en cuatro líneas fundamentales, como recoge el diario El País, para garantizar la supervivencia de la Sanidad española recortando sus principales gastos.
La línea principal, ya apuntada por el propio Rajoy la semana pasada, se basa en establecer una cartera de servicios básicos, que tiene por fin unificar las prestaciones sanitarias en las comunidades autónomas y cribar aquellas que no sean consideradas "básicas", como puede ser la cirugía estética.
El turismo sanitario, una práctica muy extendida entre los extranjeros del norte y el centro de Europa, será atajado y las modificaciones en el modelo sanitario buscan revisar que los costes que este fenómeno crea se reduzcan.
El gasto farmacéutico será otra de las líneas susceptibles de cambio: hay varias ideas que están siendo estudiadas, como la supresión de medicamentos obsoletos y la reducción del gasto del Estado, que costea actualmente el 60% de las medicinas con receta.
Por último, la ordenación profesional, referida a una reestructuración en lo referido al personal sanitario, a sus especialidades, condiciones laborales y salarios.
El Ministerio de Sanidad planea presentar la propuesta completa a finales de este mismo mes ante el Consejo Interterritorial.