
El ministerio del Interior ha decidido reducir drásticamente el dispositivo de seguridad de Baltasar Garzón a casi dos meses de su inhabilitación por el Supremo. De dieciocho escoltas que custodiaban las veinticuatro horas al día al magistrado, que instruía entre otras causas el chivatazo Policial de ETA, ha pasado a tan sólo dos agentes. Garzón deja de ser, por tanto, la cuarta personalidad del Estado en recibir tanta protección detrás del presidente del Gobierno, el líder de la oposición y la Casa Real.
Una decisión que Interior no enmarca dentro de los planes de recorte puesto en marcha por el titular del departamento Jorge Fernández tras el anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, según informa hoy El Mundo.
La custodia del magistrado se extendía también a su mujer y a uno de sus descendientes, que a partir de ahora verán suprimida la seguridad que recibían del Estado. Al igual que ocurre con el dispositivo permanente en su domicilio y el vehículo oficial.
Baltasar Garzón contaba con una extraordinaria ventaja al viajar al extranjero.Los escoltas acompañaban al exjuez en cada uno de sus viajes al exterior; todo ello a cargo de el erario público. Un privilegio con el que no cuentan los miembros del Gobierno. Entre otras derechos, las obras que se realizaron en el interior de su vivienda fueron costeados por el Ministerio del Interior en concepto de seguridad.