El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha lamentado las "filtraciones interesadas" de las comunicaciones de los Mossos d'Esquadra durante la operación policial en la acampada de los 'indignados' en la plaza de Cataluña el 27 de mayo.
En declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlament, ha recordado que el juez que admitió a trámite la querella presentada por una cincuentena de afectados por las cargas ha escuchado todas las comunicaciones y ha decidido archivar el caso porque la actuación de la policía fue "correcta".
Ha intuido que alguna parte personada en el caso, de los afectados o sus abogados, han filtrado esta información del sumario para mantener "la polémica, que de momento la justicia ya ha dictaminado" que los Mossos actuaron bien.
Ante la presentación de un recurso por parte de los querellantes a la decisión judicial, ha indicado que todos los ciudadanos tienen "todo el derecho" a recurrir ante la Justicia.
Además, ha opinado que esta filtración no puede afectar al proceso porque el juez ya había escuchado todas las grabaciones, no solo las "interesadamente filtradas", ya que desde el departamento las han puesto a su disposición.
"O generan pánico o no los sacaremos de aquí"
El vídeo, difundido desde ayer, muestra las conversaciones mantenidas entre los Mossos en la jornada que acabó con el desalojo de la plaza y más de 100 heridos.
Mientras Felipe Puig declaraba para la radio que no había intención de desalojar "porque además no tendríamos mandato legal para hacerlo", las concersaciones internas entre los policías muestran una intención muy contraria.
"No hace falta entrar en discusiones, a y veinte comenzamos el desalojo" o "confirma si es oportuno que entren medios de comunicación" son algunas de las frases que dijeron los Mossos antes de empezar a 'limpiar' la plaza.
El Comisario Joan Carles Molinero intenta apresurar a los servicios de limpieza para que empiecen por los toldos y las tiendas de campaña.
Al grito de "¡a la carrera, dragones!" del Inspector de la Brigada Móvil, Miguel Hermida, los Mossos se 'abalanzan' sobre los indignados y comienza la persecución. "O generan pánico o no los sacaremos de aquí", ordena.
A las 10.37 de la mañana, Hermida solicita autorización "para usar los lanzadores", y Molinero lo autoriza y añade que "si es necesario para mantener las posiciones, carguen y dispersen a todo el que intente romper el cordón policial".
Ante la impotencia por la imposibilidad de echar a los cientos de personas de la plaza, los antidisturbios comentan: "o aquí hacen algo o estos se nos comen. ¿Has visto la patada que he pegado?".
"No podemos hacer nada, no podemos disparar munición real", se desespera uno de los Mossos.