España

El análisis: Rajoy bailará entre dos aguas en el próximo Congreso Nacional

Imagen: Archivo

Rajoy, que ganó ampliamente las elecciones el 20N con un mensaje centrista, está cuidando con esmero su ala derecha más ultramontana para evitar fricciones que pudieran deslucir el Congreso de este fin de semana o plantear problemas internos en el futuro.

Hoy mismo, varios medios de comunicación comentan las cautelas de las manifestaciones ulteriores a la entrevista que ayer mantuvo el presidente del Gobierno con Basagoiti, en la que se habría dado el visto bueno a una alianza con el PSE y el PNV para poner fin a la cuestión etarra con delicadeza, cuidando la sensibilidad de las víctimas pero trabajando abiertamente por la reinserción de los terroristas que deseen fehacientemente la rehabilitación.

Como es conocido, un sector ultra del partido, encabezado por Mayor Oreja, se opone a cualquier medida de esta naturaleza y cree que el fin de la violencia declarado por la organización terrorista no es más que una estratagema de ETA para confundir a los demócratas.

En otro orden de ideas, ha sido evidente el cuidado que han debido tener los dos ministros considerados progresistas, Ruiz-Gallardón y Wert, ambos condenados a mantener posiciones integristas para no dar carnaza a la derecha extrema mediática que no siente por ellos simpatía alguna. El ex alcalde de Madrid ha tenido que salir a defender el retorno a la vieja ley del aborto de 1985 y Wert no ha tenido más remedio que arremeter contra Educación para la Ciudadanía, en un gesto sobre el cual, como dijo con gracia Iñaki Gabilondo, "el tertuliano Wert hubiera tenido muchas dificultades para justificar las decisiones del ministro Wert".

El matrimonio gay en la picota

Así las cosas, y si el buen sentido no lo remedia, el matrimonio gay será el único asunto controvertido que ocupará un espacio en el debate congresual, que en poco beneficiará a la imagen moderna del PP, que debería ver que hay reformas que ya son irreversibles. ¿Todavía no ha reflexionado la derecha más radical en el ridículo que sus ancestros cometieron en 1981 cuando se negaron tan encendidamente a que el gobierno de Calvo-Sotelo sacara adelante el divorcio?

A última hora, otro asunto ha irrumpido en la balsa de aceite popular: alguna voz caracterizada del sector más abierto la delegada del Gobierno en Madrid con otros militantes- ha propuesto la sustitución del calificativo "católico" por "europeo u occidental" para definir el partido, lo que ha suscitado alboroto en los panfletos virtuales de más a estribor del espectro ideológico. La sangre no llegará al río, pero el conflicto demuestra que, a costa de la no existencia de una formación de extrema derecha, el actual PP tiene un amplísimo espectro, lo que obliga a constantes ambigüedades.

Este Congreso del PP es, en definitiva, rutinario la formación política tiene en este momento casi todo el poder del Estado y esto une mucho- y, lógicamente, Rajoy no permitiría que se abrieran ahora debates de fondo sobre política y economía cuando su gobierno está actuando a velocidad de crucero contra la crisis. Y no hay mal que por bien no venga: estos asuntos relacionados con la ética y la moral servirán, a la postre, de carnaza y de entretenimiento.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky