
Tanto en campaña electoral como tras ganar las elecciones del pasado 20 de noviembre, el líder de PP, y presidente de España en funciones, se ha caracterizado por un mutismo casi inalterable. Su programa, la composición de su gobierno e incluso sus primeras medidas una vez en La Moncloa ha preferido guardarlos para él.
Reflotar la maltrecha economía española era su principal objetivo, y poco a poco se iban conociendo sus planes para hacerlo. Y este jueves, en el Congreso del Partido Popular Europeo ha dado nuevas pistas sobre sus futuras actuaciones.
Así, Mariano Rajoy ha desgranado las que serán sus primeras medidas: una Ley de Estabilidad, "una profunda reforma laboral" y la reestructuración del sistema financiero español con más controles.
En este sentido, el líder popular avanzó que el nuevo gobierno español tendrá estas tres líneas de actuación como "inmediatas e irrenunciables".
"España es consciente de los sacrificios"
A modo de justificación. Rajoy ha incidido en que las pasadas elecciones tuvieron lugar en "un momento especialmente complicado", pero que España votó por el cambio "consciente de la responsabilidad y de los sacrificios exigidos". Y ha explicado que los españoles, voluntaria y mayoritariamente, han ligado su futuro y la solución de esta crisis al fortalecimiento de Europa.
Además, ha presentado como aval el Gobierno del PP entre 1996 y 2004, con José María Aznar al frente, y ha recordado que durante esos años España no incumplió "ni una sola vez los compromisos asumidos en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento".