
Aunque se han creado numerosos productos conmemorativos de la visita de Benedicto XVI a la capital con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, no se pueden encontrar en cualquier tienda de 'souvenirs' del centro.
Los recuerdos de la JMJ se pueden adquirir en puntos de venta oficiales ubicados por todo el centro de la capital, pero aprobados por la organización del evento. "Para ser patrocinador oficial nos tienen que llamar y analizaremos qué tipo de productos venden en esa tienda y dónde se encuentra. Si aceptamos, a cambio de un porcentaje que la JMJ se lleva, le concedemos a la tienda permiso", ha explicado la responsable de 'merchandising', Ana Merché Muñoz, para El Mundo.
Pero no todos los establecimientos del centro se han interesado en vender estos productos. Al tratarse de un evento de tan sólo una semana de duración, muchos consideran un riesgo apropiarse de tanto stock que no saben si podrán vender.
Marimar Bueno, dueña de una tienda de 'souvenirs' situada frente a la Sagrada Familia de Barcelona, recuerda a este diario que durante la visita del Papa a Barcelona el pasado verano muchos comerciantes obtuvieron perdidas. "Pasado el evento, muchos comerciantes no sabían qué hacer con los recuerdos que habían comprado", explica.
Por ello, en Madrid muchos opinan que la duración de la visita no compensa el gasto que tienen que hacer en productos. Además, afirman que venden más a extranjeros con los productos tradicionales: "imanes, delantales rojos de topos y las figuras de toros y flamencas", enumera una comerciante.
Ana Merché Muñoz ha reconocido que no conocen los datos de recaudación de estos recuerdos, pero afirma que "el Papa vende como Ronaldo, en el sentido de que es una figura a seguir". También niega haber utilizado la figura del pontífice para vender.
Rojo, amarillo y blanco
Gorras, camisetas, llaveros, gafas de sol, cantimploras...la tiendas oficiales de la JMJ venden casi cualquier producto como recuerdo de la visita de Benedicto a Madrid. Eso sí, todos decorados con tres únicos colores. El amarillo y el blanco, ya que son los del Vaticano, unidos en esta ocasión como excepción al color rojo que hace referencia a España.
Además, no hay que olvidar la peculiar aportación de Renova, que sacó a la venta 10.000 rollos de papel higiénico de color amarillo y blanco para que fueran utilizados como serpentinas gigantes en las calles de Madrid.
Durante este viaje del Papa, firmas de diseño han intentado unirse al mundo del 'merchandising'. Los diseñadores Antonio Pernas, Kina Fernández y Toni Miró idearon una línea limitada de abanicos que lamentablemente llegaron demasiado tarde como para distribuirlos.