
La polémica sobre el gasto de la visita del Papa a Madrid no cesa. Mientras el Gobierno defiende que los beneficios son mucho mayores y que el saldo final será positivo, son muchos los que afirman que esta celebración es demasiada cara y que no reportará los resultados que se esperan. Siga la visita minuto a minuto.
Hoteles, restaurantes, bares, tiendas...en teoría, cualquier establecimiento de la capital y de sus alrededores se verá beneficiado por la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud. Aunque muchos se preguntan cómo es posible, ya que los peregrinos disponen de descuentos en el transporte, en la comida, y muchos de ellos se hospedan en colegios o casas de acogida.
Según ha explicado la directora general de Turismo, Ángeles Alarcó, para la Cadena SER, la ocupación hotelera de Madrid durante esta semana ha sido tan sólo del 70%, aunque confía en que durante el fin de semana se alcance el 90%.
Aunque reconoce que debería haber una ocupación plena puesto que la capital está abarrotada de jóvenes, considera que este es un buen dato dada la época del año en la que nos encontramos, ya que debido a las altas temperaturas municipios como Aranjuez, Alcalá de Henares o Las Rozas suelen quedar vacíos y actualmente rozan el 90% de ocupación hotelera.
Las fiestas del Orgullo Gay logran el 100% de ocupación
El vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Hospedaje, Alberto Di Stefano, ha aportado los datos de ocupación de la fiesta del Orgullo Gay, que año tras año ha logrado un 100% en los hoteles y hostales de la capital. Por ello, según recoge Público, sostiene que el dato de la JMJ es muy "discreto" al tratarse de un evento de tal magnitud.
Las fiestas del barrio madrileño de Chueca no son las únicas que demuestran que el incremento de la ocupación hotelera por la JMJ es algo pobre. Durante la final de la Liga de Campeones celebrada en Madrid en mayo de 2010, se alcanzó un 99%. Un ejemplo más de que algo ha fallado para que los establecimientos de la ciudad expriman al máximo esta oportunidad económica.
La visita del Papa a Santiago de Compostela durante el verano pasado demostró que no tiene por qué aportar tantísimos beneficios como se dice. La Asociación de Hostelería de Compostela informó de que la ocupación hotelera tras al visita de Benedicto XVI se quedó en torno al 60 o 70%, un resultado peor al de cualquier otro fin de semana.
Además, los restaurantes estuvieron vacíos durante el sábado de su visita, logrando beneficios muy por debajo a los de cualquier otro día normal. Los hosteleros advirtieron de que la sobredimensión de las expectativas había asustado a los posibles visitantes, y además los residentes habían huído de la ciudad para evitar el posible jaleo.