Mala organización con los peregrinos, con la prensa, y con la ciudad de Madrid. La gran afluencia de gente ha desbordado a la JMJ. Esto, unido a las altas temperaturas que ayer vivió la capital, empañó la ilusión de los asistentes a la misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud. Siga la visita minuto a minuto.
Algunos de los peregrinos han manifestado sus quejas ante la mala organización, que no ha reaccionado a tiempo ante los cientos de miles de jóvenes que se han presentado en la capital para recibir al Papa. El Mundo publica la opinión de un grupo de amigos cordobeses que se hospeda en Leganés y están descontentos con las instalaciones.
"La organización es pésima. Estamos durmiendo en el suelo, la comida es muy mala y no han organizado actividades para las horas en las que no tenemos actos religiosos", ha declarado uno de ellos. Aún así, reconocen que volverían a repetir a pesar de sus quejas porque "la experiencia merece la pena".
Además, el calor no está ayudando al evento. Las altas temperaturas durante la tarde de ayer -la capital registró los cuarenta grados- provocaron entre los asistentes a la misa inaugural numerosas lipotimias y crisis de ansiedad, de manera que el SAMUR se vio obligado a atender a 434 personas.
Perdidas 1.500 acreditaciones de prensa
El centro internacional de prensa, ubicado en el Palacio de Exposiciones y Congresos del Paseo de la Castellana, también se vio completamente desbordado ante la presencia de los casi 5.000 medios de comunicación que retransmiten el acto.
La perdida de 1.500 acreditaciones ha sido el principal problema durante la jornada inaugural del evento, provocando largas colas y mucho desconcierto entre los periodistas. La organización, que ha reconocido que se encontraba "desbordada", ya ha pedido disculpas por esta situación.
Pero este no fue el único problema con el que los medios se encontraron. Según informa Cadena SER, un problema técnico hizo que las cabinas de radio instaladas en Cibeles para retransmitir la misa oficiada por Rouco Varela no funcionaran, por lo que multitud de periodistas tuvieron que idear soluciones por su cuenta.
Estos fallos de última hora, unidos a las restricciones en horarios y transporte impuestas por motivos de seguridad, complican el trabajo de los medios de comunicación. Según informa esta cadena de radio en su página web, los periodistas sólo pueden acceder a los actos en autobuses fletados por la organización, los cuales tardan muchísimo tiempo en recorrer la ciudad debido a los numerosos cortes de tráfico y obligan a los profesionales a perder muchísimo tiempo a la hora de realizar su trabajo.
Los cortes de tráfico imposibilitan la vida en la ciudad
El caos también está afectado a los madrileños que no asisten a estas jornadas. Los cortes de tráfico por todo el centro de la capital y durante toda la semana, la dificultad para aparcar -puesto que varias zonas de la ciudad se han reservado a los autobuses de los peregrinos- y el ruido que la muchedumbre y los espectáculos provocan, son las principales quejas de los ciudadanos.
Unas 5.000 personas se manifestarán esta tarde, según las estimaciones, en una marcha laica que recorrerá también el centro de la capital. El manifiesto de las asociaciones convocantes reclama el gasto que este evento supone para el Estado, tratándose de un acto que consideran de carácter privado.