El acercamiento de José Luis Rodríguez Zapatero a la Iglesia cada vez es más obvio. A pesar del enfrentamiento que vivió con Benedicto XVI el año pasado durante sus viajes oficiales a Santiago de Compostela y Barcelona, donde el Papa condenó el 'laicismo agresivo' de España, ahora el presidente del Gobierno, así como otros muchos miembros del Ejecutivo, se postrarán ante él durante su visita a Madrid con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud.
El portavoz José Blanco, el rey don Juan Carlos, el líder de la oposición Mariano Rajoy o el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, serán algunos de los políticos que rendirán pleitesía al Papa este jueves, que viaja a la capital como líder religioso pero no como jefe de Estado, según informa elconfidencial.com.
La aprobación del matrimonio homosexual marcó un antes y un después en las relaciones del Gobierno español con la Iglesia, pero la segunda legislatura de Zapatero ha ido encaminada a una etapa de deshielo. Esta nueva actitud ha alejado a los militantes más progresistas, que defienden la abolición de los privilegios de la Iglesia católica en materia de financiación.
La suspensión de la reforma de la Ley de Libertad Religiosa fue otra de las acciones del presidente que demostraron su acercamiento a la Santa Sede, seguida de otras como la aprobación de la Ley de Muerte Digna que sustituyó a la eutanasia.
Encuentro con Benedicto XVI
El próximo viernes tendrá lugar un encuentro entre Benedicto XVI y el presidente del Gobierno en la Nunciatura del Vaticano en Madrid. Además, el portavoz del Ejecutivo, José Blanco, ha confesado que asistirá a la misa que se celebrará el domingo en Cuatro Vientos. "Es verdad que acarreará algunos gastos, pero también importantes ingresos, y al final, ponderando ambos, no será un gasto para el Estado", ha añadido Blanco sobre la polémica creada en torno a este evento y los gastos que conlleva.
Dos días antes del encuentro entre los dos jefes de Estado, tendrá lugar la manifestación que recorrerá Madrid para protestar contra la visita del Papa. El Gobierno, que ha defendido el derecho de manifestación, ha añadido que no las quejas no tienen fundamento porque aseguran que el encuentro se ha organizado de manera austera a pesar del gasto no cuantificado en seguridad y limpieza, o las exenciones fiscales concedidas a las empresas que lo financian.
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