En plena tormenta hipotecaria descargando sobre la economía estadounidense, las tiendas de Manhattan se han rendido a los pies de los turistas europeos que, enriquecidos por la soberanía del euro sobre el dólar, aprovechan el momento para arrasar los escaparates de la Quinta Avenida a precio de saldo.
Comprar se ha convertido en su deporte favorito, pues al recibir aproximadamente tres dólares por cada dos euros, se han soltado la melena y no tienen miedo alguno de escurrir al máximo sus tarjetas de crédito a este lado del Atlántico. Gracias al cambio de divisa, para ellos todo el año es tiempo de rebajas en Estados Unidos.
Un paseo por las tiendas de la Gran Manzana
Dicen que los diamantes son el mejor amigo de las mujeres, por eso, es aconsejable aprovechar la escapada a Nueva York para cultivar esta clase de amistades en Tiffany's. Por ejemplo, un anillo con diamante de la colección Elsa Peretti, que en Europa se cambia a alrededor de 545 euros, aquí costaría cerca de 390 euros. ¿Qué hacemos entonces con los 155 euros restantes? Pues darnos un paseo por la tienda Apple, que está a tiro de piedra de la mítica joyería y, seguramente, dejarnos cautivar por alguno de los cachivaches electrónicos de Steve Jobs.
Y para no desentonar con los millones de adictos a los gadgets de la manzana nos compramos el último modelo del iPod Nano, que permite, además de escuchar música, ver películas en tan sólo 52 milímetros de pantalla. Tras pasar por caja, tenemos un diamante y una joya de la tecnología en nuestro poder y aún así nos siguen sobrando 20 euros. Para gustos los colores, con ese presupuesto podemos comprar un compact disc con las últimas novedades musicales en la tienda Virgin de Times Square, un DVD de nuestra película favorita en Best Buy y un venti latte de Starbucks para hacer frente al gélido viento que azota la urbe.
Ahora que buena parte de los musicales de Broadway han vuelto a levantar el telón tras 19 días de huelga, otra opción sería pasarse por los puestos de TKTS frente a la tienda Virgin en busca de alguna entrada a mitad de precio. En su defecto, 20 euros dan de sobra para dos entradas de cine, con Coca Cola y palomitas incluidas.
Aumento de turismo consumista
Mientras los estadounidenses lidian con una serie de infortunios propiciados en su mayoría por las tóxicas hipotecas de alto riesgo, en tiendas como Gap, Bloomingdales, Saks Fith Avenue o Macy's, los inconfundibles jelou de los españoles están a la orden del día. Este año, la Gran Manzana ha acogido 481.000 turistas provenientes de la Península, un 13,4 por ciento más que el año pasado, según un informe de la firma de investigación de mercados Global Insight.
Y si hay una tienda en la que un adolescente español se podría sentir como en casa es Abercrombie & Fitch. En este minorista de ropa casual de lujo no entra ni un solo rayo de luz natural, el chunta, chunta discotequero suena machaconamente y las interminables colas superan los 45 minutos de espera. "Merece la pena, en la tienda de Londres los precios son mucho más caros y en España es muy difícil encontrar tanta variedad", reconoce A. Perol, una estudiante de Derecho de 22 años que visita por tercera vez Manhattan. La misma camiseta de manga larga, con el logo de la compañía, se vende en Estados Unidos a 69,50 dólares (alrededor de 47 euros) frente a los 98 euros que cuesta en su única tienda de Europa, en Londres.
Pero Abecrombie no es el único caso. Un par de zapatos Jimmy Choo por los que aquí se paga alrededor de 377 euros, en Europa vienen a costar 482 euros. Algo parecido sucede con los clásico Levis, que en Nueva York no valen más de 25 euros mientras en España pueden llegar a costar 83 euros. La lista de productos es interminable y muchos no dudan en volver a casa con maletas adicionales cargadas de Prada, Channel, St. Johns o Cavalli.
Ken McGill, experto en turismo internacional de Global Insight, explica que "en general, los europeos han incrementado sus visitas a la Gran Manzana exclusivamente para ir de compras". Y los ingleses son los que más compran. Según datos de la misma firma, los ciudadanos de Reino Unido han incrementado sus viajes a Nueva York un 4,5 por ciento en lo que va de año hasta alcanzar los 4,36 millones de turistas.
La euforia desatada por el abaratamiento del dólar frente al euro es tal que, ante el elevado precio de los hoteles en Manhattan, muchos deciden viajar "a destinos menos sofisticados pero con muchas más gangas en sus tiendas de lujo, como Boston, Filadelfia o Chicago", señala Mary McCormick, presidenta de la Alianza Americana de Tiendas. Hay que avisar a todos los turistas que el estado de Nueva York es uno de los que más impuestos cobra en alimentos y ropa.
Una previsión de ventas de 323.073 €
Mientras que en el Rockefeller Center, el descomunal abeto brilla con 30.000 bombillas, los minoristas estadounidenses prevén alcanzar en ventas durante esta temporada 474.500 millones de dólares (323.073 euros al cambio del viernes). Desde que se diera el pistoletazo de salida la semana pasada a las compras de Navidad, tras el conocido como viernes negro, propios y extraños no hacen más que ejercitar sus tarjetas de crédito.
Curiosamente, la atracción turística por las compras es tal que en Reino Unido e Irlanda se venden paquetes de viaje que incluyen excursiones a los outlets más conocidos del estado de Nueva York, a un par de horas de la Gran Manzana en coche. Michelle Rothstein, vicepresidenta de los centros comerciales Chelsea, dejaba claro que esta temporada "nos hemos esforzado especialmente en promocionarnos fuera de las fronteras estadounidenses, especialmente en Canadá y Europa".
Tampoco conviene olvidar que comprar productos electrónicos e informáticos a este lado del Atlántico también nos permitirá ahorrar euros. Un portátil MacBook vendrá a costar alrededor de 745 euros (pero no se olviden de comprar un transformador para el enchufe). Y en Circuit City podrá hacerse con el objeto más deseado de estas navidades, un GPS portátil para el coche por tan sólo 100 euros.