Los almonteños han decidido interrumpir la procesión de la Virgen del Rocío pocos minutos antes de las ocho de la mañana después de que un varal de su paso se haya roto durante la misma. En una decisión histórica y cuando aún no había llegado a completar la mitad de su recorrido, la Virgen ha regresado hacia su ermita acompañada por la multitud.
Cuando visitaba la casa de hermandad de Moguer, el paso de la Virgen sufrió un fuerte golpe en el costero derecho de su paso que provocó la rotura del primer varal. Aunque en un primer momento los responsables de la hermandad matriz de Almonte intentaron reparar la rotura, éstos optaron por interrumpir la procesión y devolver el paso a la ermita, en cuyo altar mayor ha quedado instalada la Reina de las marismas a las 8.15 horas.
Desde esa hora, las hermandades presentes en la ermita por cuyas casas de hermandad no ha llegado a pasar la procesión de la Virgen -la de Huelva capital incluida- han decidido llevar su Simpecado hasta la ermita para rendir culto a la patrona de Almonte.
Los almonteños han saltado la reja a las 02:50 horas, después de casi tres horas de espera en el interior de la ermita esperando la llegada del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte del rezo del Rosario, dando con ello comienzo la procesión de la Virgen del Rocío.
Para esta ocasión, la imagen de la Virgen del Rocío, ha estrenado traje con el motivo del Pentecostés bordado en seda natural y elaborado en los talleres de bordados Santa Bárbara de Sevilla que lo ha realizado en su integridad; además va adornada con grandes rosas naranjas que le otorgan una belleza especial.
La salida de este año se ha producido exactamente a la misma hora de los dos últimos años, después de algunos intentos protagonizados por los almonteños agolpados junto a la reja de acceso a la imagen de la Blanca Paloma.
La aparición del Simpecado de la Hermandad Matriz por la puerta de la ermita ha desatado el fervor y el entusiasmo de las miles de personas congregadas en el interior del Santuario, precipitando el momento del salto.
Ha sido en ese momento cuando se ha procedido a la apertura de la reja y decenas de almonteños han accedido al paso de la Virgen del Rocío -donde se encuentra desde que hace una semana la bajaron del lugar que ocupa en el retablo del Santuario- y, tras esperar a que el Simpecado de la Hermandad Matriz llegara al altar, unos tres minutos más tarde, la han bajado de su presbiterio hasta la planta central de la ermita entre palmas de ánimo y vítores de todos los presentes.
Desde ese momento, se desarrolla la procesión de la Virgen del Rocío, que ha alcanzado el pórtico del Santurario alrededor de un cuarto de hora después del salto y ante la mirada de miles de personas.
Poco más tarde, ya a hombros de los almonteños, ha abandonado su ermita, en una estampa algo particular, hacia la hermandad de Moguer, si bien en pocos minutos, y tras varios intentos, los almonteños han girado el paso hacia la explanada de la marisma, desde donde comienza un recorrido que se prolongará aproximadamente hasta el mediodía, y durante el que se encontrará con las 108 hermandades filiales, cuyos miembros le rinden su particular homenaje y le rezan la salve.
Una vez que finalice la procesión serán muchas las personas que comiencen a abandonar la aldea del Rocío poniendo con ello punto y final a una romería que se ha desarrollado con total normalidad.
Serán más de una treintena las hermandades que inicien el camino de vuelta por las sendas de las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla hasta llegar a sus respectivos municipios.