
Los indignados del Movimiento 15-M han abandonado la madrileña plaza de Cibeles y han regresado a la Puerta del Sol, al grito de "Esta es nuestra casa", para realizar una concentración a la que seguirá, a las 20.00 horas, una asamblea.
Tras concentrarse y formar una cadena humana alrededor de Cibeles, frente a la sede del Ayuntamiento de Madrid, cientos de personas, en su mayoría jóvenes, han tomado la calle de Alcalá para dirigirse al campamento levantado en el céntrico kilómetro cero.
Con una sonora cacerolada y al grito de "No nos mires, únete", "Esta crisis no la pagamos" o "Esto no es una democracia", los indignados han ocupado las calzadas y han hecho el trayecto bajo un intenso calor y ante la mirada de numerosos curiosos y turistas, muchos de los cuales no han dudado en fotografiarlos.
Frente a la sede del Ministerio de Educación, en el número 34 de la calle de Alcalá, los participantes en la marcha han demandado "menos policía y más educación" con las manos en alto.
Con este gesto han llegado a su "casa", la Puerta del Sol, donde una treintena de indignados ha golpeado las vallas que protegen un edificio.
La fachada de la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid que da a esta céntrica plaza está protegida por cuatro furgones del Cuerpo Nacional de Policía, dispositivo similar al de días anteriores.