El incendio que desde el miércoles arrasa el noreste de Ibiza sigue sin estar controlado y la estimación inicial apunta ya a unas 2.000 hectáreas arrasadas, por lo que es el mayor registrado en Baleares en las últimas décadas.
En concreto, la Consellería de Medio Ambiente ha informado de que desde de las 07:00 horas los ocho aviones y otros tantos helicópteros destacados en la zona lanzan agua desde el cielo y realizan tareas de seguimiento de las llamas que anoche causaron situaciones de pánico entre los vecinos de Sant Joan de Labritja por cuanto las llamas se quedaron a unos cientos de metros de esta localidad.
Unas mil personas, vecinos y turistas, han tenido que ser evacuados de la zona y más de 400 profesionales trabajan para frenar el fuego que afecta a la Serra de Morna, situada en el referido municipio.
El alcalde de Sant Joan de Labritja, Antoni Marí, ha comentado hoy a Efe que las imágenes que se están viendo son "desoladoras" y ha destacado que se está trabajando al cien por cien en una orografía "muy compleja"; además, ha recordado que se han pedido más medios aéreos al Gobierno para tratar de estabilizar el incendio.
A pesar de que la situación del incendio ha mejorado desde ayer, sin embargo, fuentes oficiales de la Conselleria de Medio Ambiente afirman que el incendio "no está controlado ni puede aventurar cuanto tardaremos en apagarlo". "Todo cambia muy rápido y no podemos entretenernos con cifras, lo primero es apagarlo", afirman ante la rapidez de los focos en reproducirse.