A nadie le amarga un dulce. Al menos eso es lo que se puede desprender de las acciones de los eurodiputados quienes, amparándose en el reglamento del Parlamento Europeo, prolongan su actividad un día más en Bruselas para cobrar la dieta diaria de 304 euros. Una práctica que se ha convertido habitual en el corazón de la capital belga. La última en incorporarse ha sido la socialista Eider Gardiazabal, quien ha sido fotografiada fichando a la entrada a la sede del Parlamento con maleta en mano para dirigirse treinta minutos después al aeropuerto de Bruselas.
Se trata de una práctica habitual en Bruselas. Cada viernes, aunque la sesión del Parlamento Europeo finalizase el día anterior, los eurodiputados acuden al Parlamento para 'fichar' y cobrar la suculenta dieta diaria, que alcanza el importe de 304 euros.
La británica Sinclaire 'caza' a varios eurodiputados
La socialista Eider Gardiazabal no es la única eurodiputada que se beneficia de la cuantía. El destino, y la audacia de la británica Nikki Sinclaire, ha querido que se convierta en el rostro de esta práctica habitual en Bruselas, según recoge 'El Mundo'.
Sin embargo, Gardiazabal no ha sido la única eurodiputada 'cazada'. La británica ha colgado la fotografía de la española junto a la de otros diputados en su página web y advierte que entre 60 y 70 eurodiputados podrían beneficiarse de la dieta.
Sinclaire por el momento no ha reconocido a ningún español más y asegura que no es una práctica extendida únicamente a determinados partidos o países.
Los eurodiputados cobran 304 euros por día trabajado. Si se trata de presidentes de grupo, esa cuantía se aplica a los 365 días del año, avanza el rotativo.
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