A fumar a la calle. Esta es la obligación que tienen los clientes de bares y restaurantes que quieren fumarse un cigarrillo con sus consumaciones y que ha despertado un nuevo fenómeno: las terrazas de invierno.
Ante tal coyuntura los propietarios de estos negocios se han visto en la obligación de reaccionar para mejor la acogida de sus consumidores y evitar así la perdida de clientes.
Esta situación ha hecho que muchos dueños de estos locales incorporen estufas exteriores. Estos aparatos, que se sitúan en las puertas de los locales, mejoran las condiciones de los fumadores para tolerar el frío invernal mientras apuran los cigarillos.
Buena idea pero no compensa
Ecodiario.es ha salido a la calle para conocer de primera mano que piensa hacer los empresarios para combatir esta ley. Terrazas de invierno junto a estufas, la opción que mejor está calando. Sin embargo, los costes económicos echa a muchos para atrás.
"Si me gustaría, me parece la mejor idea, pero no me compensa. El gasto que supondría adaptar una terraza es demasiado elevado. Licencias, terreno, estufas se me va del presupuesto", señala un propietario.
"Tenemos problema legales con la comunidad cercana a nuestra cafetaría. Nos nos dejan poner terraza pero cuando los resolvamos tenemos pensado poner una", apunta otro dueño.
No obstante, están los que han decido esperar a la llegada del buen tiempo para las terrazas. "Este año no nos lo plantemos, así que vamos a esperar a que el buen tiempo se adelante".
Tambien hay propietarios que lo consideran absurdo. "¿Un terraza de invierno? ¿Para que? -se pregunta otro encuestado- "¿Qué vas a vender? Es una tonteria. No hay consumo para ese gasto. No compensa una cosa con la otra".