
El ministro de Fomento, José Blanco, indicó hoy que el conflicto con los controladores no se puede eternizar y que lo deseable es solucionarlo pronto, porque lleva demasiado tiempo enquistado.
En declaraciones a Radio Nacional, Blanco señaló que no se puede "perder el tiempo", y que hay que partir del acuerdo alcanzado en agosto, y resolverlo con la determinación de que hay que seguir adelante, considerando que era necesaria la reforma aplicada para la competitividad de la navegación aérea.
Según el ministro, es muy importante rebajar las tasas de navegación para tener "competitividad", dado que tres de cada cuatro turistas llegan a España a través de los aeropuertos, y así poder equipararnos al resto de Europa, a la vez que profundizar en un proceso de liberalización del sector.
No cederá al chantaje
No obstante, si estas negociaciones no fructificasen, Blanco aludió a la existencia de un Plan B, y aunque no quiso referirse a él, sí indicó que "vamos a aplicar las leyes", y aunque "deseamos una cuerdo negociado", de no llegar "pensamos mantener nuestra hoja de ruta".
Lo que sí dejó claro el ministro es: "nunca vamos a ceder a ningún tipo de chantaje", antes de explicar que el viernes 3 de diciembre, "día del plante", se presentaron los representantes de los controladores a las siete de la tarde con un papel diciendo que "si lo firmábamos acaba el plante en diez minutos".
Eso es, a su juicio, una forma de "motín", un "sabotaje organizado", porque lo que pretendían era llegar a los privilegios del pasado.
Según Blanco, los problemas para llegar a un acuerdo únicamente se encuentran en "la mente de algunos", porque si hay acuerdos sobre la masa salarial, sobre la competencia lingüística y voluntad de encontrar soluciones, "no se entiende" que no se llegue pronto a resolver el conflicto.