La percepción que los ciudadanos tienen de la situación económica ha mejorado ligeramente en el último barómetro del CIS, donde el paro sigue como la principal preocupación para el 79,5 por ciento de los ciudadanos, seguida de los problemas económicos, y con un repunte del terrorismo.
Si en el barómetro del mes de octubre el terrorismo figuraba en sexto puesto de la relación de problemas, con un 6,9 por ciento, en el de noviembre, hecho público hoy, ha subido al quinto puesto, al ser citado por el 9,9 por ciento de los entrevistados.
El sondeo, elaborado entre el 3 y el 11 de noviembre, recoge que la situación económica es "mala" o "muy mala" para el 76,5 por ciento, porcentaje ligeramente mejor al del barómetro anterior (77,0 por ciento) y de cara al futuro un 18,1 por ciento cree que la coyuntura mejorará, seis décimas más que en octubre.
El 40% cuestiona la Constitución
En cuanto al desempleo, era citado por el 81,1 por ciento en octubre y un mes después baja al 79,5; los problemas económicos pasan del 47,8 al 47,9 por ciento; la preocupación por la clase política y los partidos se mantiene en tercer puesto con un 18,2 por ciento, una décima más, y la inmigración ocupa el cuarto, con el 14,7 por ciento (antes el 14 por ciento).
Casi el 40 por ciento de los españoles se declara "poco o nada satisfecho" con la Constitución de 1978 y cerca de la mitad asegura lo mismo cuando se le pregunta sobre el funcionamiento de la democracia, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de noviembre, hecho público este jueves.
Esta encuesta, en la que se evalúa la opinión que tienen los ciudadanos sobre la Carta Magna y distintas instituciones del Estado, pone de manifiesto que el 54 por ciento es partidario de reformar la Constitución, principalmente para reformar la Justicia y el sistema autonómico.
El sondeo revela también que está extendida la percepción de que las empresas y los bancos tienen más poder que el Gobierno o el Parlamento, y que tres de cada cuatro españoles creen que la democracia funciona peor en España que en el resto de la Unión Europea.