La Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados debate un proyecto de Ley del Registro Civil en el que se abandona de manera definitiva la prevalencia del apellido paterno en el orden que ha de darse a los de los hijos. Ahora, si los padres no especifican otra preferencia, el juez los pondrá por orden alfabético. ¿Pero qué ocurre en el resto del mundo?
A primera vista destaca la falta de consenso existente a la hora de determinar cuál debe ser el orden a la hora de formar el nombre de una persona o si se deben llevar o no.
De hecho, las diferencias llegan hasta el punto de que son varios los países que no tienen ningún tipo de legislación relacionada sobre si debe imponerse un orden o no a la hora del registro de un recién nacido. Es el caso de Reino Unido.
¿Qué apellidos se ponen?
Dos apellidos, uno sólo, el de madre, el del papá e incluso ninguno. Estas son algunas de las formulas más habituales que se dan en las diferentes culturas por todo el mundo.
Según recoge un estudio de RTVE, la mayoría de los países europeos prefieren dejar a la elección de los padres el apellido que quieran dar a sus hijos. En caso de Portugal, el Código Civil establece que los hijos podrán usar los apellidos de sus dos padres o sólo de uno de ellos, decisión que pertenece únicamente a los padres.
Mientras, en Alemania la ley de 1993 determinan que los padres elijan sólo un apellido para sus hijos ya que no se permiten los apellidos dobles.
Por su parte, Italia y Francia permiten a los padres utilizar los apellidos de las figuras paternas en el orden que ellos establezcan.
Resto del mundo
Fuera del continente europea la cosa varían en favor del padre. En países como Japón, China o EE.UU. los niños sólo reciben el apellido de la figura paterna, ya que en muchos casos la madre ha perdido su apellido en el acto matrimonial.
En Rusia, Bulgaria, Islandia o la República Checa lo que hacen es formar el apellido a partir del nombre del padre, al que le añaden un sufijo según sea niña o niño.