
España es el país desarrollado que más consume productos de marca blanca, alcanzando casi un 40% de las ventas, según publica, The Economist.
Tras España, se sitúan los Países Bajos, Alemania y el Reino Unido con algo más del 30% de los ingresos totales.
Sin embargo, otros países mediterráneos como Grecia o Italia ocupan las últimas posiciones, con un porcentaje de ingresos procedentes de las marcas blancas en el entorno del 10%.
El artículo de la revista británica asegura que cada vez es más frecuente que los hogares pasen de comprar un producto de marca comercial a uno de marca blanca.
En este sentido, explica que este paso de unas marcas a otras es más habitual en los hogares que ingresan más de 100.000 dólares (71.500 euros) al año, ya que los que tienen menos ingresos ya compraban marcas blancas con anterioridad.