Tras la polémica desatada en el Reino Unido por la revelación del disparado gasto que supone la protección del ex presidente Tony Blair, la pregunta se ha trasladado a España. Los antiguos inquilinos de la Moncloa gozan, por ley, de una protección permanente que corre a cuenta del Estado. Aunque estos costes nunca se han hecho públicos por motivos de seguridad, podrían llegar a superar con mucho los tres millones de euros.
Según informa el Diario El Mundo citando como fuentes a algunos de estos escoltas, en realidad ésta es la cantidad básica que perciben en concepto de salarios.
Sin embargo, a los sueldos de estos agentes, deberían sumársele también partidas referidas a los vehículos en los que se desplazan, adquisición de armas, viajes al extranjero, hoteles en los que dormir, indumentaria... esto es: el presupuesto podría doblar la cantidad referida.
Una guardia de 35 protectores
La guardia que protege a los ex presidentes es nutrida: la conforman 35 policias en tareas que van desde la vigilancia personal del político en cuestión durante sus desplazamientos, hasta la supervisión de su vivienda, pasando por el acompañamiento de sus familiares.
En el caso del ex presidente Adolfo Suárez, convaleciente desde hace años de Alzheimer, el despliegue es mínimo. Algo similar ocurre con la viuda de Calvo Sotelo. Aunque su marido falleciera, ella todavía goza de 10 agentes que velan por su seguridad.
Con ellos, el gasto es bastante menor que con los José María Aznar y Felipe González. El primero, especialmente activo en España y el extranjero, recorrió, según informa El Mundo, casi 360.000 kilómetros durante el pasado 2009, y con él, sus escoltas sufragados con los impuestos de los españoles.
Algo similar ocurre con Felipe González, más activo en nuestro país, pero con visitas frecuentes a Latinoamérica o la Unión Europea.
"¿Por qué no se la pagan ellos?"
Según la norma, la protección sólo debería pagarse del bolsillo público siempre que el objeto del desplazamiento sea privado. Algunas de los contratos por los que son requeridos sus servicios (casi siempre conferencias) recogen cláusulas que sufragan la protección, pero si no es así, "es la Presidencia la que paga la factura", argumenta en el rotativo uno de los agentes consultados.
Estas mismas fuentes refelexionan preguntándose "si no podrían pagarse ellos mismos algunos de estos gastos", teniendo en cuenta que en algunas de estas convenciones los antiguos líderes del Ejecutivo pueden llegar a cobrar 11 dólares por segundo trabajado.
Maquillaje presupuestario en Zarzuela
En ningún caso ni Monclóa (cuando se trata de los ex-presidentes), ni la Zarzuela (cuando nos referimos a la Casa Real) dan a conocer los guarismos con las que se completa la factura de este despliegue. "No podemos dar detalles por motivos de seguridad", afirman.
Los sindicatos policiales, afirma El Mundo, rechazan tal versión porque dar a conoce estos datos no pone en peligro la vida de los protegidos. No se tratan, comentan, de detalles realmente operativos.
En el caso de los miembros de la familia Real, el prespuesto que maneja Zarzuela puede dar lugar a equívocos. Aunque la partida para sus gastos se eleva a los 8,89 millones de euros, existen muchos apartados que no corren de su cuenta.
Presidencia paga el sueldo de los 135 trabajadores reales, Exteriores financia los viajes al extranjero, Interior se ocupa de la seguridad... Los datos apuntan a que el gasto supera, con mucho el presupuesto básico.