
La liberalización de la formación de los controladores en España ha puesto en evidencia las carencias de la gestión de Aena. Hasta el momento, era la propia gestora de los aeropuertos españoles quien asumía el coste de su enseñanza con una inversión por operario de unos 300.000 euros.
Ahora, cuando se abre el mercado al ámbito privado, el sistema se ha hecho mucho más eficiente y cada candidato a controlador deberá invertir 50.000 euros de su propio bolsillo (seis veces menos) para acceder a los cursos de formación.
Para conseguir optimizar la eficiencia, el Ministerio de Fomento ha puesto sobre el tejado de Senasa (Sociedad Estatal de Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica) el objetivo de ahorrar costes. La intención es que Senasa se pueda autofinanciar en los próximos años con estos cursos y otros que imparte, según explica Eugenia Llorens, presidenta y consejera delegada de la sociedad dependiente de Fomento.
Formar 300 profesionales
Senasa quiere formar aproximadamente 300 profesionales de aquí al año 2013, una vez que se ha lanzado la nueva ley para la prestación de servicios de tránsito aéreo. La empresa pública quiere adelantarse a la competencia, ofreciendo un producto competitivo y mucho más accesible que la anterior formación de los controladores aéreos.
Además del menor coste, la duración del módulo de formación inicial es menor: aproximadamente 22 semanas. Con el plan antiguo, el ciclo formativo alcanzaba 78 semanas. Los 50.000 euros que deberá pagar cada aspirante a controlador es un precio bastante competitivo, si se tiene en cuenta que en Reino Unido el importe es de entre 60.000 y 70.000 euros y en Alemania es todavía más caro: 80.000 euros.
Senasa está en conversaciones con entidades bancarias privadas, y también con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), para que los alumnos puedan pagarse los cursos cómodamente en plazos de ocho años.
A los 300 primeros controladores formados tras la liberalización (siempre que no surja una empresa competidora con mejores condiciones y nivel de formación que Senasa) se unirá un curso de 78 operarios que está en marcha, y que todavía es subvencionado por Aena, más otros 30 controladores que quedarán liberados una vez que se incorporen los operarios Afis a la media docena de aeropuertos con menos tráfico de la red española.
En este último terreno de la formación de los controladores de bajo coste (conocidos técnicamente como Afis) las dos promociones que están en marcha dejarán muchos suspensos por el camino -más de la tercera parte- y desde Senasa se reconoce que parte de la culpa de este fracaso es la precipitación con la que se convocaron estos cursos.