
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España no tiene bastante con levantar un imperio inmobiliario con teatros y palacetes en todo el mundo. Ahora va más allá y pretende incluso reconvertir a su gusto un edificio histórico y protegido del siglo XVII, aunque para ello tenga que saltarse la legislación vigente.
Se trata del Palacio Infante Don Luis, en Boadilla del Monte (Madrid), cuyo proyecto de remodelación ha frenado en seco la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
De acuerdo con la denuncia presentada por el partido Alternativa por Boadillla, a la que ha tenido acceso este periódico, los autores pretendían "construir entre los jardines y el Palacio, dos piscinas de agua con unos cubos de cristal que albergarían los ascensores para acceder a una planta bajo rasante".
Las viviendas y proyectos culturales
Y no sólo eso. En esta planta se proyectaba además una biblioteca y un auditorio, con lucernarios. "En la huerta del Palacio, junto al cerramiento, se construirían unas viviendas de una planta, para habitación de becarios y profesores que colaborasen con proyectos culturales". Las viviendas ocuparían unos 936 metros cuadrados.
El problema es que, al margen de Patrimonio, incluso el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Boadilla rechaza este tipo de obras en el Palacio. "Se prohíben expresamente las actuaciones de segregación y las que supongan un aumento del volumen o de ocupación, y sobre los cerramientos, elementos auxiliares y mobiliario", dice el plan. Pero eso no fue obstáculo para que el ex alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, imputado por corrupción en la Operación Gürtel, le cediera sin ningún tipo de problema las instalaciones para uso y disfrute de los autores.
Hay que recordar, además, que la SGAE no consigue remontar el vuelo y en los dos últimos años acumula unas pérdidas de explotación por valor de más de 18 millones de euros, de los que 7 millones corresponden al último ejercicio, cerrado el pasado 31 de diciembre.
Apesar de su voracidad recaudadora, los autores no han conseguido esquivar la recesión que golpea a España y en plena crisis económica han reducido sus ingresos un 5,1 por ciento, hasta los 316 millones de euros.