España

La temporalidad y la inexperiencia aumentan el paro entre los jóvenes

  • Su tasa de desempleo supera el 38% y cada vez tardan más en encontrar trabajo

Los jóvenes son los más afectados por el deterioro de la situación económica y el aumento del desempleo. Y mes a mes su situación se complica todavía más. El 38,15% de los jóvenes entre 16 y 25 años se encontraba desocupado en el segundo trimestre de 2009, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Esta tasa es muy superior a la media española, que en este mismo periodo fue del 17,92%.

En tan solo doce meses la tasa de paro en este colectivo se ha incrementado 14 puntos. Este dato también muestra que en los inicios de la crisis económica, los jóvenes tenían un fuerte porcentaje de desempleo en comparación a la media de parados (24%).

En el mes de junio, 421.203 jóvenes estaban apuntados en las oficinas de antiguo INEM, lo que representa el 12% de la cifra total de paro, según datos del Ministerio de Trabajo.

Esta situación no se produce en el resto de países de la Unión Europea. España, en este caso, vuelve a liderar el ranking de países de la UE con una tasa de paro superior entre sus jóvenes. Pero, ¿a qué se debe esta situación? La respuesta es triple: la temporalidad, la falta de experiencia y la formación.

Menores costes de despido

El más importante de ellos es el marco normativo del mercado laboral español, que origina una gran dualidad existente entre la contratación temporal y la contratación indefinida. Los jóvenes son los últimos que se incorporan al mercado laboral, por ello y durante los primeros años las empresas les contratan temporalmente.

La razón es que este contrato tan sólo se puede utilizar durante un periodo relativamente corto (un año como máximo). Además, estos contratos tienen un coste por despido mucho más barato, de tan sólo 8 días de salario por año trabajado, frente al indefinido, que tiene una indemnización de 45 días de salario por año trabajado en la empresa.

Por tanto, si la empresa necesita reducir costes para sobrevivir y opta por la reducción de plantilla, lo más barato es despedir antes a los temporales o simplemente no renovar sus contratos. En España los jóvenes son los trabajadores con una tasa de temporalidad superior, por tanto son los principales afectados por el desempleo.

En el último trimestre el número de contratos temporales disminuyó en 54.200, lo que ha llevado a que la tasa de temporalidad haya descendido hasta el 25,4%. El volumen de caída de estos contratos en los últimos doce meses ha sido muy notorio, es decir, el total de asalariados ha descendido en 1,1 millones, de los cuales 981.000 tenían contratos temporales.

Sin experiencia laboral

En segundo lugar, otra causa por la que los jóvenes son presa fácil del paro es la falta de experiencia. Más de 70.000 jóvenes sin ninguna experiencia laboral estaban apuntados en el mes de junio al paro, lo que supone que casi el 16,6% de este colectivo no ha tenido un empleo anteriormente.

Este porcentaje ha sufrido un fuerte aumento desde el mes de enero, cuando tan sólo el 11% de los jóvenes parados no tenían ninguna experiencia laboral, según datos facilitados por la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett).

La causa de este incremento se debe a que la situación de los hogares está empeorando drásticamente con la crisis económica. En el segundo trimestre de 2009, más de 1,1 millones de familias se encontraban con todos sus miembros en el paro, frente a los 553.645 que se registraron hace un año.

Por tanto, a los jóvenes de entre 16 y 25 años les ha tocado buscar trabajo antes de lo que tenían previsto. La consecuencia es que, sobre todo los hombres menores de 25 años, tienden a salir antes del ciclo educativo, lo que supondrá una dificultad más para poder encontrar empleo.

El sector de la construcción e incluso el sector industrial, uno de los destinos habituales de los jóvenes sin formación, continúa perdiendo empleo neto. Además, el cambio sustancial que se ha registrado en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura en los últimos trimestres muestra que ya no hay escasez de mano de obra en las ocupaciones que requieren poca formación.

Descienden las campañas de verano

A esto se suma que este año la crisis ha paralizado la campaña de verano de muchas empresas, sobre todo en los sectores de hostelería y restauración. Ejemplo de ello es que en la Comunidad Valenciana los hosteleros han contratado en esta temporada a la mitad de los trabajadores que tuvieron en 2008, según datos de un informe de Adecco sobre el turismo y la contratación en esta autonomía. Pero la caída del sector turístico ha repercutido considerablemente en la bajada de contratación a toda España.

Los jóvenes estudiantes que dedican sus veranos a trabajos eventuales lo han tenido mucho más difícil este año, si es que han conseguido encontrar algo, ya que el sector servicios, su destino habitual, ha vuelto a destruir empleo en el segundo trimestre del año.

Mayor disponibilidad

Aun con todos esos impedimentos, el grado de ocupabilidad entre los parados menores de 25 años es del 74,1%, es decir, están dispuestos a trabajar en más profesiones y en otros ámbitos geográficos sin poner reticencias.

Las menores posibilidades de encontrar empleo han obligado a que los jóvenes pasen por alto la exigencia de una sola profesión y opten por demandar un mayor número de ocupaciones cuando están buscando trabajo. Pero, aun así, esto no acaba de funcionar. El desempleo de larga duración entre jóvenes está aumentando a un ritmo frenético.

Si de media el 26,3% de los parados tarda más de un año en encontrar otro empleo, entre los jóvenes este porcentaje alcanza casi el 50%. En el segundo trimestre de 2009, eran 190.000 los jóvenes que se quedaban atrapados por el desempleo de larga duración frente a los 72.300 que estaban en esta situación hace sólo un año.

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