
La noticia saltaba recientemente: el presidente de la Cope, Alfonso Coronel de Palma, ha anunciado a Federico Jiménez Losantos una oferta profesional que, con toda probabilidad, el hasta ahora periodista estrella no podría aceptar: abandonar la mañana y compartir la programación nocturna con César Vidal.
Aunque al producirse tal ofrecimiento no se habló de dinero -así lo manifestó Losantos en una entrevista publicada en El Mundo ayer domingo-, parece obvio que el desenlace de este forcejeo no tiene relevancia económica: hábilmente, la radio de los obispos ha evitado que pueda afirmarse que ha echado al polémico presentador. Si Federico no acepta, se marchará por decisión propia.
Persuadir a un medio de comunicación
Las decisiones eclesiales no son nunca simples, y aun a veces resultan inescrutables. Pero en este caso, parece que monseñor Cañizares, elevado a una alta responsabilidad en el Vaticano, ha conseguido el cambio de orientación de la cadena, una vez convencido de que el tono abrupto e inflamado de Losantos no se compadece bien con la misión en teoría trascendente y evangélica que debe perseguir un medio de comunicación católico que actúa como portavoz de la Conferencia Episcopal española.
La nueva posición de Cañizares, ahora alineado con los obispos periféricos, ha conseguido en fin vencer la resistencia del presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, partidario acérrimo de la continuidad del locutor. Ni siquiera el éxito judicial de algunas resonantes querellas contra Losantos -la de Gallardón y Zarzalejos, por ejemplo- han hecho variar la opinión del arzobispo de la capital.
Es bien conocido que Losantos, valedor del Partido Popular durante la etapa de Aznar, se fue alineando con el ala más dura del PP -sobre todo en la defensa de la delirante 'teoría de la conspiración'- hasta llegar a enfrentarse abiertamente con Rajoy desde que éste optó por elegir una ubicación más 'centrista' y moderada, lo que lo enfrentó asimismo con Esperanza Aguirre y con otros sectores del PP como el encabezado en Euskadi por María San Gil. Pero aunque últimamente Losantos se enfrentase al mismo tiempo al PSOE y al PP oficial, es dudoso que las presiones políticas hayan producido el descabalgamiento. De hecho, las críticas de la COPE, que por obvias ya no afectan al PSOE, han centrado positivamente a Rajoy. En otras palabras: todo indica que la decisión de cambio ha partido de los obispos y no obedece directamente a presiones políticas.
Programa en 'prime time'
Losantos tiene ahora un futuro profesional abierto, junto a Pedro J. Ramírez, en cuyo periódico mantiene una columna. Además de controlar la cadena de tv Libertad Digital, que podría terminar fusionándose con VEO Tv de UNEDISA (la editora de El Mundo) -de hecho, Federico ya tiene el programa de 'prime time' de los viernes en Veo-, cabe la posibilidad de que el radiofonista desempeñe un papel relevante en Radio Marca, también de la órbita de Pedro J., que acaba de conseguir una frecuencia clave en Madrid capital.
La factura del 'Caso Gürtel'
El tándem Pedro J.-Federico ha apostado fuerte a las opciones de Esperanza Aguirre como rival de Rajoy en el liderazgo del Partido Popular. Sin embargo, Aguirre ha salido muy tocada del 'caso Gürtel' y del caso del espionaje, ambos en los tribunales todavía. Así las cosas, los movimientos de estos portavoces de la derecha liberal no tienen en este momento un beneficiario claro. Y si Rajoy se consolida, seguirán sin encontrarlo durante una larga temporada.
La COPE ha realizado una apuesta muy arriesgada en el terreno económico ya que Jiménez Losantos no sólo aportaba audiencia sino también la mayor parte de los ingresos por publicidad. Con todo, y como ha reconocido el propio Losantos, la cadena no es precisamente una empresa común, y es en cierto modo plausible que resigne sus intereses materiales a un designio ideológico que, incluso para muchos católicos, ya no podía demorarse más.