España

"La crisis no ha producido un auge de los movimientos anti-sistema"

El politólogo y periodista, Pedro Cifuentes

"La actual crisis económica que vive nuestro país no ha producido, de momento, un auge de los movimientos anti-sistema" afirma a Ecodiario el prestigiosos politólogo y periodista Pedro Cifuentes. En este sentido, reconoce que "lo que se percibe en las generaciones jóvenes es, por ahora, una actitud bastante sensata" ya que "les importa mantener su empleo y salir adelante".

"Comprenden que las causas de la crisis financiera actual radican en la codicia y el descontrol financiero, y no niegan el sistema capitalista regulado" asegura este politólogo de formación que ejerce de periodista y editor y además es profesor en la School of Communication de la IE University.

-P-. La gente lo está pasando mal, la economía de las familias está en una situación muy difícil, llegar a fin de mes cuesta... ¿La búsqueda del Estado del bienestar ya no es un ideal, sino una necesidad imperiosa, incluso en países como EEUU? ¿Por eso ha llegado Obama al poder?

El Estado de Bienestar nació en una época concreta, cuando era absolutamente necesario, y ha dejado una huella indeleble en los Estados occidentales contemporáneos. Hay principios rectores que nadie cuestiona ya. Pero incluso los países escandinavos, encarnación máxima del welfare, se vieron obligados a moderar sus prestaciones estatales, por incurrir en déficits públicos y propagar una cultura que desalentaba el trabajo.

En este sentido, pienso que los discursos de Obama destilan una retórica menos socialdemócrata de lo que se quiere dar a entender en algunos sectores; en ellos se menciona repetidamente la cultura del trabajo y del esfuerzo, la responsabilidad individual: en definitiva, atributos tradicionales del pensamiento estadounidense liberal.

Con todo, incluso la administración Bush ha sabido ignorar sus máximas ideológicas y ha utilizado el aparato estatal para salir al rescate de una economía que se hundía. Obama tratará de mantener un equilibrio saludable, deudora de aquella third way que comentábamos al principio. Habla sin cesar del cambio, ¿pero cuántos ex asesores y ex funcionarios republicanos o clintonianos ha fichado para su Gobierno? Eso en España, por desgracia, es inimaginable.

-P-. El Partido Demócrata de EEUU se alineó en ocasiones con estas tesis, ¿Obama es el nuevo Blair, o lo situaría aún más a la izquierda, si esto fuera posible?

Considero que Blair y Obama se asemejan en dos rasgos esenciales: la elocuencia y el pragmatismo. Ambos manejaban extraordinariamente bien el discurso político, y ambos saben desentenderse sin complejos de la ortodoxia izquierdista cuando es conveniente.

-P-. ¿Con qué mentalidad una nueva generación, surgida de la exhuberancia irracional de los últimos años, va a afrontar los efectos colaterales de esta crisis? ¿El desempleo y la precariedad los empujará a posiciones más idealistas y anti-sistémicas, o la generación Y asumirá como natural un ciclo pésimo de la economía de mercado?

De nuevo, realizar predicciones futuras me resulta atrevido, pero lo que sí puede afirmarse es que la crisis no ha producido, por el momento, un auge de los movimientos anti-sistema.

Lo que se percibe en las generaciones jóvenes por ahora, es una actitud bastante sensata. Comprenden que las causas de la crisis radican en la codicia y el descontrol financiero, y no niegan el sistema capitalista regulado. Les importa mantener su empleo, a los que lo tienen, y salir adelante.

-P-.Sociológicamente hablando, resulta curioso cómo la prosperidad trajo aparejada una mayor permisividad respecto a las minorías sociales y una mayor sensibilidad hacia la diferencia de género. Esta crisis, ¿servirá para consolidar esa visión socialmente progresista, o la paralizará?

En realidad, las épocas de bonanza producen una mayor tolerancia hacia la inmigración. Tengo verdadera curiosidad por ver cómo (o si) se va a reajustar la relación entre inmigrantes y nacionales en Europa. Por el momento, los Gobiernos europeos (incluso aquellos que negaban cualquier actitud proteccionista) se han visto obligados a cerrar fronteras y endurecer notablemente los requisitos de contratación laboral.

En cuanto a las cuestiones de género, creo que están ya suficientemente consolidadas, cuando no impuestas, y su pervivencia no dependerá de los ciclos económicos.

-P-. Los cambios que han ido sucediendo a lo largo de los últimos años parecen haber cambiado sustancialmente el concepto de la "Tercera Vía", hasta prácticamente hacerlo desaparecer... Ahora, llegada la crisis, ¿cómo está el paciente? ¿Vive, muere...?

En mi opinión, si se considera que la Tercera Vía ha prácticamente desaparecido, es porque una cantidad significativa de los Gobiernos occidentales asumieron bastantes de sus postulados. Dejó de ser, por ello, un programa exclusivamente teórico, para disgregarse en un conjunto de actitudes prácticas, algunas más cercanas a la socialdemocracia y otras más próximas al capitalismo liberal.

Pienso que la Tercera Vía murió, en cierta medida, de éxito: sus principios fueron incluidos en la agenda política internacional de una manera fluida y poco traumática.

-P-. ¿Cómo rebatiría a los que aseguraban que la Tercera Vía no existe, que sólo hay capitalismo o socialismo, o ligeros "retoques" de ambas?

La política española sería un buen ejemplo: los dos grandes partidos aplican la misma política económica y muestran pocas diferencias en el armazón socio-económico del Estado. Por ello, se ven obligados a exagerar constantemente otras diferencias culturales, morales o estéticas, para así conservar sus presuntas adscripciones ideológicas.

Cuando Rodríguez Zapatero se postuló a la secretaría general del PSOE en el año 2000, lo hizo con una corriente llamada "Nueva Vía", aglutinada por el ex ministro Jesús Caldera y calcada de la por aquel entonces exitosa Third Way de Tony Blair.

-P-. ¿Cómo le parecen que quedan pensamientos como el de Francis Fukuyama en el actual contexto?

No conozco a fondo su obra, pero probablemente su aportación más longeva acabe siendo la constatación definitiva de que el liberalismo democrático es la alternativa menos dañina para las comunidades humanas.

En otras cuestiones pareció pisar el acelerador demasiado, y mostró una confianza excesiva, casi absurda, tanto en el papel modélico de Estados Unidos como en el sistema financiero internacional, así como en el carácter lineal de la Historia a partir del colapso soviético.

Hace un par de años, a la vista de los errores graves del Gobierno de Bush, abjuró del movimiento neoconservador norteamericano que con tanta pasión ayudó a levantar.

-P-. Uno de los mecanismos de estas ideas es traspasar los poderes del Estado a la comunidad o los individuos. La situación actual, ¿no podría dar lugar a un comienzo prometedor para reforzar estos valores? ¿O es una verdadera oportunidad para ideas populistas?

Es difícil aventurar procesos, pero la impresión generalizada es que resulta necesaria la instauración de controles nacionales e internacionales al flujo descontrolado de dinero y activos financieros. No obstante, si entiendo bien su pregunta, un peligro oculto sería aprovechar ese proceso para poner de moda ideas populistas sobre la centralidad del Estado en las sociedades abiertas y globalizadas.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky