Señor Amestoy, ¿tiene futuro dedicarse al teatro tal y como están las cosas? A la gente que sueña con dedicarse a esto, ¿les diría que se formasen para poder vivir de ello o que lo considerasen un hobby? Gracias
Las aficiones son admirables y fortalecen la sociedad civil. O sea, el teatro como hobby siempre.
En la obra "Tomás Moro", de Shakespeare y sus compañeros, que vamos a producir en UNIR, hay un momento en que el autor de "Utopía", ante la ausencia de un actor que tiene que hacer un papel un una obra que se representa en su casa, ante sus amigos y familiares, él mismo incorpora el papel. El autor irlandés Sean O'Casey nos dejó dicho: "La vida es un teatro, sólo que algunos hemos ensayado muy poco". En cuanto a la posibilidad de dedicarse profesionalmente al teatro, es como con cualquier otra profesión. Son necesarias dos cosas. Primero, ser consciente de que se tienen cualidades para ello. Segundo: formarse muy seriamente. He sido profesor de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, que tuve el honor de dirigir, y allí he visto crecer a las figuras de nuestro teatro: De allí salieron Narros o Berta Riaza, o José María Pou, o más recientemente Noriega o Elena Anaya. O una gran parte de los actores de nuestro "Enrique VIII", encabezados por Fernando Gil, que encarnó a Don Felipe y que pronto veremos en TV encarnado a Don Juan Carlos.
Buenas tardes. ¿Qué le pareció la Gala de los Goya? ¿Le pareció fuera de lugar que los actores aprovechasen su momento de gloria para criticar las medidas del Gobierno?
Siempre es bueno expresarse. Pero desde la sinceridad.
¿Quién puede participar en las actividades vuestras? ¿Se puede debutar como actor?
UNIR está abierta a todos. Tras las obras suele haber coloquios. También hay sesiones didácticas. El debate es nuestra fuerza, como en el teatro. Hablaba antes de que la esencia del teatro es el conflicto. Y su resolución, claro.
¿Es difícil poner en marcha una iniciativa teatral dentro de una universidad eminentemente digital?
Es el complemento perfecto en la nueva era digital. Como lo fue el libro en la era Gutenberg.
McLuhan, el profeta de "La aldea global" fue un gran conocedor del teatro. Su tesis doctoral tuvo como base el teatro isabelino y de él tomó muchas ideas. El teatro es el arte más vivo que existe. O es vivo cada noche o no existe. Se lleva bien con las nuevas tecnologías. Y es el mejor contrapeso para el solitario solidario que las nuevas tecnologías propician. En la polis hemos de hallar, como en Atenas, como en el Londresde Isabel I, el Madrid de Felipe III o Felipe IV, o el Nueva York de los cincuenta y sesenta, espacios para el encuentro. Que indudablemente en "la aldea global" podrán ser en el ciberespacio. Esto es algo que investigaremos en nuestro máster, en nuestro probable doctorado y en nuestro posible grado. El teatro es siempre más contemporaneidad, que con-espacialidad, pero este es el siguiente capítulo. Continuará...
¿Qué tipo de obras se representan en UNIR Teatro?
"Pretendemos ofrecer teatro de calidad. Reflexiones sobre el presente ("El chico de la última fila", de Mayorga) o sobre el pasado ("Enrique VIII", de Shakespeare, una obra muy comprometida y arriesgada, lo mismo que "Tomás Moro, una utopía") que se proyecten desde la UNIR a la sociedad.
Suelen ser obras de texto y mayormente clásicos. Buscamos que la obra aporte unos valores, que transmita una moraleja y nos invite a la reflexión y al debate. Así, se ha representado des de "El Quijote" de Cervantes, hasta "El Oso" de Chéjov o "Noches Blancas" de Dostoievski.
¿Qué respuesta ha tenido vuestra iniciativa hasta el momento?
La respuesta está siendo muy favorable. Hemos enmarcado las acciones en los que hemos denominado Encuentros UNIR ALUMNI. En una universidad on line, que en cuatro años ha alcanzado la cifra de 14.200 alumnos, que pueda producirse puntos de encuentro a través de un arte milenario como es el teatro, resulta muy gratificante. Pretendemos ofrecer teatro de calidad. Reflexiones sobre el presente ("El chico de la última fila", de Mayorga) o sobre el pasado ("Enrique VIII", de Shakespeare, un obra muy comprometida y arriesgada, lo mismo que "Tomás Moro, una utopía") que se proyecten desde la UNIR a la sociedad. Es un objetivo que hay que conseguir día a día en esos pequeños recintos (en comparación con los "mass media") que son los teatros. El teatro siempre ha sido simiente, pequeño e incómodo grano de arena en la ostra, que con el tiempo se convierte en perla, como nos dijo Thornton Wilder.
¿Contáis con algún tipo de subvención o ayuda?
El sistema actual de teatro en España está cobijado en la subvención. El Teatro de Cámara Chéjov había contraído unos compromisos en este aspecto, que se han ido cumpliendo, sobre todo por lo que correspondía a la gira de su espectáculo "Quijote" fuera de Madrid. Un espectáculo magnífico que ha cumplido sus compromisos con puntualidad y eficacia. Pero el sistema de subvenciones está llegando a su fin. El modelo está cambiando. Queremos que la acción teatral que desenvolvamos despierte el interés del espectador allí donde ofrezcamos nuestras obras. Esto es lo que estamos pretendiendo con la gira de "Enrique VIII", y lo que vamos a pretender con una nueva producción, "Tomás Moro, una utopía", una obra de Shakespeare y otros autores isabelinos, gestada desde el cripto-catolicismo inglés, del que el bardo formaba parte. Por otro lado, desde la perspectiva de la docencia, pretendemos que el "Máster en Dirección y Dramaturgia teatrales", con especial incidencia en ADE y nuevas tecnologías, que se pondrá en marcha el próximo curso, tenga la aceptación de un buen número de interesados en la materia.
¿Cuál ha sido la mejor experiencia vivida hasta el momento?
UNIR Teatro comenzó su andadura la primavera pasada. Desde entonces ha habido muchas experiencias favorables. La primera, el encuentro de nuestros alumnos y profesores con el teatro a través del Teatro de Cámara Chéjov dirigido por Ángel Gutiérrez en San Cosme y San Damián, en Lavapiés. Y una vez que se abandonó esa sede, trasladada a los locales de Mártires de la Ventilla, junto a la Plaza de Castilla, se representaron sus últimas obras ("Quijote", "Noches blancas" y "El oso"), en el Círculo de Bellas Artes, donde se rindió homenaje al "niño de la guerra", heredero de Stanislavski, que es Ángel Gutiérrez.
También, a continuación, en el propio Círculo, tuvo lugar un homenaje a Antonio Garrigues Walker, autor dramático secreto. Con anterioridad, en agosto, tuvo lugar el Primer Festival de Teatro del Somontano, una experiencia favorabilísima. Hace unas pocas semanas, la Fundación UNIR llevó al Institut del Teatre de Barcelona aJuan Mayorga con su obra "El chico de la última fila". También continúa la gira de los últimos montajes de Ángel Gutiérrez por España. El plato fuerte de este año ha sido la puesta en marcha de la gira del montaje de "Enrique VIII", de Shakespeare, triunfante en el Teatro El Globo de Londres. La obra dignifica a Catalina de Aragón, único personaje español del dramaturgo inglés. Es una gira que produce UNIR y pasará por veinte ciudades de España. Este fin de semana está en A Coruña, tras haber pasado por Segovia, Torrelavega, Pamplona y Palma de Mallorca. Y no hemos hablado de las funciones escolares que, por ejemplo, se realizan cada mes en el Teatro Español de Madrid. El futuro está en los niños y los adolescentes.
¿Es un mal momento para el teatro o todo lo contrario?
Estamos en plena crisis. Nada nuevo para el teatro. Ni para la sociedad. En el teatro siempre hay crisis, es su esencia. Si no hay conflicto no hay teatro. Este momento es propicio para el teatro. El teatro ha de ser espejo para el ciudadano. Necesitamos vernos en el espejo para corregirnos. Pero necesitamos ser valientes para ser críticos con nosotros mismos. Y el teatro ha de ser crítico también. Hablo del teatro como catarsis no del teatro como entretenimiento. No es momento de evasión. En Grecia, al morirse Sófocles, el último de los grandes trágicos, en un momento crítico para la sociedad ateniense, Aristófanes escribe y estrena "Las ranas" en la que nos habla de la primera crisis del teatro. ¡Ya no hay trágicos! El teatro, siempre en crisis. Como la propia sociedad. Como el ser humano. Hasta los más firmes.
¿Se puede debutar como actor?
En la obra de Garrigues, que ofrecimos en el Círculo de Bellas Artes, participan actores aficionados (empresarios y empresarias, ejecutivos y ejecutivas, abogados y abogadas). Todos somos actores, es uno de nuestros lemas. El teatro aficionado es algo que queremos proteger. El teatro de familia y de amigos, entre otros. Como hace Garrigues.
Despedida
Para finalizar el encuentro digital, decir que podríamos estar hablando de la maravilla del teatro horas y horas. Es como hablar de la vida. Bueno, el teatro es el sueño hecho realidad. Y no dejamos nunca de soñar cuando vivimos. Gracias a El Economista, una publicación entrañable para mí. Por los que la hicieron (era una revista que leía minuciosamente mi querido padre) y por los que lo hacen (grandes profesionales).